Petrof, la historia de la marca que lleva 5 generaciones haciendo pianos

Por Armando Enríquez Vázquez
Twitter: @cernicalo

Esta es la marca más importante y grande en Europa dedicada a la construcción de Pianos y en la ciudad de México, aunque no la conozcas a lo mejor la recuerdas.

Durante décadas en la paralela del periférico de la Ciudad de México a la altura de la delegación Miguel Hidalgo, un enorme piano de cola anunciaba la tienda y distribuidora de pianos Petrof en México. Hace un par de semanas que pase por el lugar el piano ya no estaba, pero la tienda sí.

Los pianos Petrof tienen una historia de que inicia en el siglo XIX en el imperio austrohúngaro. Antonin Petrof nació el 15 de agosto de 1839 en Hradec-Králove, que pertenece hoy a la República Checa, en lo que es Bohemia. Petrof desde los 18 años aprendió el oficio de constructor de pianos gracias a un tío materno de nombre Jan Heitzmann que era fabricante de pianos y vivía en Viena.

En 1864 Antonin Petrof construyó su primer piano y en 1865 fundó la empresa que lleva su nombre, al transformar la carpintería de su padre en un taller de construcción de pianos. Un año después Antonin Petrof se ve obligado a cerrar el taller por la guerra entre Austria y Prusia y la Batalla que se lleva a cabo en Hradec-Kralove, que en español conocemos como la batalla de Sadowa.

Petrof pudo abrir una nueva fabrica en 1874 y en ella también se fabricaban armonios. Seis años después abrió una sucursal en Timisoara. En la de década de los 1880 Petrof comenzó a producir las teclas de los pianos y así como pianos verticales.

En 1899 Antonin Petrof fue nombrado como fabricante de pianos para la casa real austrohúngara, ya para ese año Petrof exportaba sus pianos y piezas de repuesto a las principales naciones europeas.

En 1915 tanto Antonin como su esposa que era la representante legal de la empresa desde 1908 murieron y las riendas de la compañía fabricante de pianos fueron tomadas por el menor de los hijos; Vladimir. Un año antes Petrof fabricó su piano número 30,000 el cual fue para el archiduque Francisco Fernando. al que se le entregó unas semanas antes de su asesinato.

Además de la construcción de pianos, Petrof comenzó a fabricar pianolas en la década de los años 20 del siglo pasado, que se exportaron a Japón, China, Australia y Sudamérica. Petrof en una alianza estratégica con Steinway abrió una distribuidora en Londres en 1928. Antes de la II Guerra Mundial la boyante empresa manejada ya por la tercera generación de Petrof fue ganadora de premios y reconocimientos internacionales y sus pianos se encontraban en las principales salas de conciertos europeas. Sin embargo, al concluir el conflicto armado y tras la creación del bloque comunista con los países del este de Europa. Petrof fue nacionalizada por el gobierno comunista de Checoeslovaquia. Los primeros años se puso atención en la empresa y en 1954 se creó un departamento de desarrollo del producto, lo que llevó a Petrof a ganar una nueva medalla en Bruselas en 1958. Tristemente durante las siguientes décadas la marca no fue prioridad para el gobierno y si bien se mantuvo su existencia, lo cierto es que a decir de los conocedores la calidad de los pianos fue en declive. A partir de 1991, una vez abolido el régimen comunista, el ingeniero Jan Petrof sobreviviente y heredero de Antonin Petrof fue autorizado para retomar el control de la fábrica y de la marca. La reprivatización finalizo en 1998, y en 2001 la familia Petrof tomó el mando total de la fábrica de pianos. A partir de 2004 Zuzana Ceralova Petrofova, la quinta generación de la familia, dirige la compañía. Los pianos Petrof han recuperado su calidad y reconocimiento a nivel mundial y actualmente es la más grande e importante empresa fabricante de pianos verticales y de cola en Europa. Ha patentado diferentes piezas y trabajado en colaboración con personas como Mark Levinson el legendario diseñador de sistemas de audio, para asegurar su supremacía.

Petrof además tiene otras marcas de pianos; Fibich, Weinbach, Akord, marca de pianos verticales que Petrof desarrolló en el periodo posterior a la I Guerra Mundial, Rösler y Scholze dos marcas checas fundadas en siglo XIX también y que tras a II Guerra como en el caso de Petrof fueron nacionalizadas e integradas en una sola empresa estatal. Petrof ha recuperado los nombres y tradición de ambas. La marca premium de Petrof: Ant. Petrof llamada así en honor del fundador salió al mercado en 2014 y actualmente tiene dos modelos de piano de cola y un piano vertical.

El logo de la empresa es un escudo con una corona, un teclado divide el escudo de manera diagonal, el campo superior en verde tiene una A mayúscula blanca y el campo inferior en rojo una P mayúscula también en blanco, las iniciales del fundador de la marca Antonin Petrof.

En 2018, Petrof fue galardonada como el mejor negocio familiar ese mismo año en marzo, se llevó a cabo en Tequila, Jalisco el primer concurso internacional de piano promovido por la Casa Cuervo y Petrof, para impulsar a jóvenes pianistas del mundo.

Para cerrar de manera circular, la empresa sobre la lateral del Periférico llamada Pianos y órganos S.A. de C.V. fue fundada por un empresario de nombre Manuel Vargas Cataño quien a partir de 1953 comenzó a importar los pianos checos. El local con el enorme piano Petrof abrió sus puertas en 1964.

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