El logotipo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ya tiene quién lo salve
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
Hace unos días aquí en México se filtró un logotipo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el cual fue registrado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y se decía que el gobierno mexicano había desembolsado la cantidad de 3,126 pesos para registrarlo.
El diseño en su mayoría en color azul, tiene las letras AIFA y abajo el nombre completo en letras grises. Además, se le acompañan una torre de control, un avión y un mamut, esto último porque durante las construcciones del aeropuerto se han encontrado una gran cantidad de fósiles de la especie.
El resultado de este trabajo desató memes, burlas, críticas e indignación, ya que se ha considerado que el logotipo es de pésima calidad, y se argumentó después que solo es un prototipo y no la versión final ¿les creemos? ¿dónde está su departamento de comunicación para evitar estas fugas o lanzamientos innecesarios e informales?
También tras este revuelo, la escuela de diseño Miami Ad School en Ciudad de México ofreció una beca del 100% para estudiar un año y medio en su institución a la persona que diseñó el supuesto logo ¿por qué no sabemos quién fue la mente brillante que lo hizo?
Bueno, el casi es que luego de la polémica generada y basándose en estos factores (la torre, el avión y el mamut), el empresario Simón Levy, quién había sido elegido por AMLO para ocupar un cargo en su gabinete como Subsecretario de Turismo, lanzó una convocatoria abierta para crear un nuevo diseño del logotipo del aeropuerto.
Hasta hace un par de días ya se habían recibido más de 75 mil diseños, entre los que destacó el de un chavito super talentoso. Se trata de Carlos, un niño de 10 años de Jalisco, quien a través de su arte hizo llegar a Levy el logotipo, haciéndose acreedor por un premio especial y por “amar a México”.
De hecho Simón Levy, Carlos y su mamá hicieron una transmisión en vivo, donde se le felicitó y mostró su trabajo a todos los presentes. El ganador se va a llevar un viaje todo pagado a Pekín (China), por cierto buena alianza de Relaciones Públicas con aquel país, ya que el ex funcionario mexicano invita desde su página web a estrechar lazos entre México y China y en uno de sus perfiles dice que es especialista en Economía y Politicas Públicas de
China, fue el primer abogado mexicano con permiso de trabajo allá en el país de la Muralla, entre otros cargos y ocupaciones en México. Seguramente gracias a ello, es que ha conseguido el patrocinio…bien bajado tu balón Mr. Levy.
El segundo lugar también tendrá un premio, se podrá ir una semanita a cualquier rincón de nuestro bello México, el que el premiado quiera (ojalá pida Tulum y me apunto). Lo único cierto es que todo a nuestro alrededor es imagen, también los logotipos lo son.
Estos deben ser prácticos, fáciles de identificar y que mantengan sus valores. Con este logo presentado hace unos días, además de no verse nada estético, no me lo imagino en las señalizaciones viales. No sé si les recuerdan a esos logotipos de los sindicatos de hace unos 60 o 70 años. Un logotipo también debe mostrar evolución. Incluso por eso, los logotipos del sistema de transporte como el Metro, son tan importantes, así ya podemos identificar más fácilmente el dibujo que corresponde a cada estación (bueno, esperemos también que tengan buena memoria y capacidad de aprendizaje).
Un logotipo es un elemento gráfico que debe identificar de manera inmediata a una marca, simbolizando sus valores esenciales para hacerla lo más memorable o que te acuerdes de ella con frecuencia. Los logos van desde una figura, un emblema, una palabra o frase o la combinación de todas ellas.
Por lo general las grandes compañías tienen un logotipo fácil de recordar y también creado estratégicamente para mantener vivos y de manera simbólica sus valores, colores corporativos o historia de marca.
Algunos de ellos, por ejemplo el de “Nike”, la marca de ropa y accesorios deportivos tuvo claro lo que quería transmitir desde el principio: competición, esfuerzo y victoria. Como su nombre viene de la diosa griega de la victoria “Nike”, su logo también se encontró en la mitología clásica. Se comenta que su creador al principio no lo tenía muy claro, pero dijo “venga, dale”.
En materia de moda, hablemos del tenista René Lacoste, quien también se convirtió en diseñador, y terminó creando una de las marcas más conocidas del mundo. Su apodo como jugador es fácil de deducir, “le cocodrile”, el cocodrilo.
Otro de los logos más reconocibles del mundo tiene un origen bastante casual: su diseñador solo tuvo que mirar el edificio del primer McDonald’s y reinventar un poco. En los laterales de la hamburguesería había dos arcos dorados gigantes para que se viese desde la carretera, y la M no es más que la fusión de ambos.
Un logotipo es el emblema y el ADN de una marca. Por ejemplo, para los niños, antes de saber escribir, lo primero que captan y dejan en su mente es el logotipo. Por lo menos eso me lo dijo mi mamá, que cuando yo era niña y al salir, me ponía a buscar los buhitos den Sanborns, los logos de Coca Cola y me ponía a contarlos, así se hacía más entretenido mi viaje.
En México existen logos que llevan años y se han convertido en toda una tradición. Hay algunos otros que han evolucionado porque incluso su propia marca ha dado un “twist”.
Algunos casos son de Cinépolis, Helados Santa Clara o Churrería El Moro y muchos más. Lo cierto es que el logotipo es una pieza indispensable para las marcas, casi todas cuentan con uno.
El logotipo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles presentado por el gobierno mexicano si salió baratísimo, y es aquí una vez más donde vemos que lo barato sale caro.
Me imagino a AMLO pidiéndole a alguno de sus becarios que lo diseñara, como si se tratara de enchiladas. Así mismo son las Relaciones Públicas, no cualquier cosa, y (una vez más también) donde notamos que no hay una clara idea de estrategia de ningún tipo, al aventar el logotipo a las redes como si fuese cualquier cosa.
Para muchos usuarios el logotipo donde se ve el jet con una sola turbina, con el ala izquierda a punto de chocar con una torre y atropellando un mamut, es el logotipo perfecto que ilustra con impecable precisión realidad se está viviendo con la 4T: caos, anacrónico, disfuncional.
No podemos negar que es deficiente, con exceso de elementos que nos vuelan la cabeza. Carece de legibilidad, contraste, escalabilidad y de clase, ¿no creen?
Así que ya saben, si quieren poner en alto el nombre de México y de su aeropuerto, manden su diseño a Simón Levy hasta el 30 de abril, aún hay tiempo.
¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que a estas alturas ya debe estar bajando sus apps de diseño para participar en este concurso y darse una vuelta para visitar a los Guerreros de Terracota me lo permiten!