El futuro de México después de las elecciones 2021
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
Hace un par de meses me llegó por parte del Instituto Federal Electoral (INE), la invitación oficial para ser funcionaria de casilla en las pasadas elecciones del 6 de junio donde se renovarán 15 gubernaturas, 500 diputaciones federales, 1,063 diputaciones locales y catalogadas como las más grandes de la historia de México.
Parecía que faltaba muchísimo, pero dicen que no hay plazo que no se cumpla o fecha que no llegue. Lo primero que pensé “voy a ver o a conocer a much@s de mis vecinos” (publirrrelacionista al fin y al cabo), y por fin voy a saber como es parte del “teje y maneje” donde los ciudadanos somos testigos del proceso de votaciones y conteos que debe (o debería) ser transparente al 101%.
Fueron un par de cursos presenciales (con Susana Distancia no se me asusten-de todos modos ya me toca vacunarme-) y un simulacro, en donde todos los miembros conocimos nuestras actividades y responsabilidades durante el día de la elección. También hubo cambio de sede de nuestra casilla dos o tres veces, para asegurar las mejores condiciones de higiene, no olvidemos de la pandemia del Covid-19 sigue latente.
Mucha gente debe pensar que es muy fácil estar ahí. Lo primero que se hace, es que el INE selecciona tu cargo, esto lo hace dependiendo de tus estudios o hasta un poco de tu personalidad. A mi me tocó ser secretaria, y mis labores fueron entre otras cosas llegar a la casilla una hora antes de la apertura, contar las boletas de votación dos veces, pasar lista de asistencia de todos los funcionarios de casilla, representantes de los partidos políticos que son los observadores de que la elección se lleve con suma transparencia, anotar en las actas los actos, incidentes y todo lo que pudiera pasar durante todo el día y más. Además, me tocó sellar las credenciales de elector, recibir comentarios de los votantes, etc.
A la hora del cierre, ahí empieza lo bueno, no es cualquier cosa y toda la concentración tenía que ser presa de mí y de todos mis compañeritos vecinos y ahora best friends (si ya saben que soy PR, para que me invitan). Ahí en presencia de los observadores de los partidos políticos y personal del INE, seleccionamos uno a uno los votos y los seleccionamos partido por partido. Después contar uno por uno dos veces y así hasta completar las diputaciones y las alcaldías. Lo más cañón, plasmar las actas donde quedarían los votos finales, eso créanme que me tenía muy tensa…pero al final se logró el cometido.
Fue muy emocionante el ver llegar a jóvenes, personas de la tercerda edad, chavos que votaron por primera vez, señoras y señores en sillas de ruedas, niños acompañando a sus padres, llegar a votar con la esperanza de ver un México nuevo. Tantas muestras de buena onda, que no podría contarlas en una misma columna.
Esta fue la elección más grande en la historia de México, y sé que hemos sido ejemplo de unidad, aunque sabemos que como en todo, siempre hay casos violentos, como el robo de boletas en una casilla en Metepec, Estado de México, etc. En la mía no pasó de un par de personas enojadas por la larga fila, y de ahí en fuera todo perfecto.
A los que piensen que ser funcionario de casilla y poner tinta en el dedito, están muy equivocados. Es un trabajo de compromiso y de muchas horas, que sabemos que han valido la pena, primero por nuestro país y después, el poder vivir una de las más grandes satisfacciones y experiencias cívicas que puedan existir en México.
Estas elecciones fueron muy polémicas y bañadas en sangre por lo que tenemos que ponerles todo el corazón y tratar de cumplir los deseos de los candidatos que ya no están.
Lo primero: la gran cantidad de personalidades del mundo de la farándula, socialité, deportiva, (y que ya hace unos meses hablamos de ello), que participaron como candidatos para ganar una diputación en sus delegaciones o ciudades. Y lo segundo: much@s candidat@s fueron asesinados (hasta el momento 35) durante la contienda electoral, siendo los estados de Guanajuato y Veracruz, con los más altos indices de violencia política. Y lo tercero y lo más nefasto, ver la lluvia de “influencers” pagados por el Partido Verde Ecologista en temporada de veda electoral, incitando a la gente a votar por este partido.
Parece que tampoco en su área de comunicación tienen gente pensante y con sentido común, y vemos una vez más a estos “líderes de opinión” (unos ni mexicanos son) que venden al primer postor (y en política no es la excepción), por unos cuantos pesos, no importándoles el peso de sus palabras y acciones para el futuro de un país, lo mismo pasa con los que hablan de salud, vacunas y demás. Qué molesto que se siga pensando que estas acciones son buenas o dejan algo a las empresas, compañías y partidos políticos, como diría Sebastian Rulli al respecto: “la dignidad no tiene precio”.
Las muertes de tant@s candidat@s obviamente han llamado la atención de medios internacionales durante estas elecciones, quienes han también compartido el comportamiento y las actitudes del gobierno no sólo en este tema, si no en muchos otros como el accidente del metro, el manejo de la pandemia del Covid-19 y mucho más, puedo decirles que nuestras Relaciones Públicas como país, están por los suelos ¿quién podrá ayudarnos?
Estamos viviendo un parteaguas en nuestro México Lindo y Querido y yo le dedico este ejercicio que me ha dejado un dolor de huesos pero mi corazón latiendo a mil, a todos aquellos que quieren un México mejor y a todos los candidatos asesinados, su trabajo tiene que florecer de alguna forma u otra. Una vez que el conteo de votos finalice y sepamos los resultados oficiales por parte del INE, sabremos el rumbo que tomará el país.
Lo que no me queda duda, es que much@s de nosotr@s hemos hecho las cosas de corazón para salir a flote y dar la verdadera cara de los ciudadanos, ayer lo vimos y lo vivimos ¡gracias por tan hermosa respuesta al voto!, personas apasionadas y hambrientas por vivir en un país de paz, de progreso y de democracia.
Por fin volveremos a ser ejemplo en algo, y así nuestro clipping de medios de México, se llenará de muchas notas positivas ¿no creen?
¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, mi dolor de manitas por andar marcando credenciales de elector, entre otras cosas, y sobre todo si mi editor que seguro fue a votar con muchísima emoción ayer, me lo permiten!