México rojo… México de luto
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
La semana pasada les comentaba en esta columna sobre de las repercusiones en imagen que ha dejado Rusia ante el mundo, debido a la guerra que este país ha provocado ante su país vecino Ucrania para quererse apoderar de su territorio. Aún después de que la guerra termine, sus Relaciones Públicas no volverán a ser las mismas. Pero para vivir una guerra, los mexicanos no necesitamos desplazarnos a miles de kilómetros, es más díganle al periodista Lalo Salazar que se acaba de ir por parte de Televisa, que se regrese, que los verdaderos fregadazos aquí están.
Hace unos días nos sorprendimos con el supuesto (digo supuesto porque a la fecha no se han encontrado los cuerpos) fusilamiento de 17 personas que estaban en un velorio en el poblado San José de Gracia en Michoacán, sin saber a ciencia cierta hasta la fecha qué es lo que realmente sucedió.
Y tan solo hace unas horas antes de escribir esta columna, justo este sábado pasado, lo que parecía ser una amena tarde de sábado en el partido Atlas vs Querétaro, resultó en una barbarie por la riña entre fanáticos de este último equipo, y lo que le dicen las barras (no sé nada de futbol, discúlpenme).
Las agresiones comenzaron a llevarse la atención de los asistentes, por lo que comenzaron a resguardarse y a bajar al campo, alarmados por lo que estaba sucediendo. En las fotos pueden ver imágenes desgarradoras, junto con sujetos que portaban armas blancas, ¿cómo entraron con armas? Hasta el momento no se decirles qué fue lo que desató todo esto.
Hasta la noche del sábado, el primer informe oficial comunicaba la cifra de 22 heridos, pero las imágenes y los testimonios de muchas personas que estaban ahí decían otra cosa. Se llegó a hablar de fallecidos, más de 15, lo que sí es que es un hecho nunca antes visto en la historia del fútbol y que trasciende hacia todos los ámbitos, ya que refleja con crudeza la violencia que estamos viviendo, así como el nulo trabajo de las autoridades.
A través de un comunicado de prensa pésimamente estructurado y fuera de foco, que se nota que ya lo tenían empolvado como un machote por si se ofrecía (¿qué les pasa a los departamentos de comunicación?, sin sensibilidad y sin dar las condolencias a los deudos de esta masacre, la Liga BBVA Bancomer, había permitido que se jugaran tres partidos después de los hechos, así como si nada hubiera pasado. Yo creo que les tiraron un balde de agua fría, porque posteriormente decidieron suspender todos los partidos en México.
Lo más prudente sería que este caso no se quede así y que se difundan los rostros de todos los responsables, que todos tengan un proceso penal, que haya sanciones para el Club Querétaro, y que prohiban las “barras” dentro del futbol mexicano, después de esto nadie va a querer meterse a un estadio, por lo menos en mucho tiempo.
Es terrible saber que en México te pueden matar según tu preferencia de equipo de futbol. Tal parece que como seres humanos y sociedad no hemos aprendido nada. La tragedia sucedida este fin de semana es tan solo una muestra de lo que pasa en nuestro querido México, y que ya ha migrado hacia el mundo del deporte. No nos vayamos más lejos, el futbol está lleno de mafia, corrupción y de un grupo de personas que se vuelven cada vez más ricas, gracias a este tipo de fanatismo estúpido, que nos ha llevado a estos niveles, qué vergüenza.
Se dice que esta tragedia fue mandada hacer para fabricar algunas cortinas de humo, no lo sé, pero si es así, tendrían que ser una o varias almas perturbadas que merecen algo más que el infierno.
¿Será que este caso se vaya a quedar así como los 43 de Ayotzinapa (el suceso que tanto criticaba AMLO del gobierno de Peña Nieto, los ahora 17 de San José de Gracia en Michoacán y ahora lo del l futbol mexicano? No hay que permitirlo.
Después de este hecho no hay que olvidar ni dejar por alto a los periodistas asesinados, a las mujeres, a los niños con cáncer, a quienes promueven discursos de odio y a los hijos de presidentes con casas millonarias fuera de México.
En México, quitarle la vida a alguien significa tan poco. La impunidad está a la orden del día porque los delincuentes viven sin consecuencias y es, de lo que se habla en todo el mundo, un país, sin pies ni cabeza y con la imagen y sus Relaciones Públicas por los suelos.
Ya vimos que los abrazos, no funcionan.
¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, las malas noticias (agárrense porque ya viene el #8M y seguramente viene con sucesos y noticias y con muchos policías cuidando los monumentos), pero sobre todo si mi editor que ahora lo desconocí porque se vistió de colores claros, y de traje, me lo permiten!