Se busca la felicidad en las empresas
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
Desde el 2013, la Organización de las Naciones Unidas, celebra cada 20 de marzo el Día Internacional de la Felicidad, como reconocimiento del importante papel que desempeña la misma en la vida de las personas en todo el mundo. Sin embargo, la felicidad al día de hoy está seriamente amenazada, así como en las telenovelas. El camino hacia la misma requiere de valores fundamentales como la amabilidad y la compasión, especialmente en tiempos de crisis, como la pandemia y los conflictos bélicos que aún continúan.
De forma personal, cada día la buscamos o la anhelamos. Las empresas también necesitan de la felicidad, ya que ayuda a crear efectos positivos y benéficos para el buen desarrollo de la misma y para elevar la moral de los colaboradores.
La cultura de la felicidad y del bienestar en una empresa es la suma de pequeños actos que muchas veces están al alcance de la mano en las empresas. Esto crea un ambiente de optimismo, camaradería y trabajo en equipo entre el personal, mismo que los mantendrá motivados y con ganas de levantarse todos los días para llegar a sus lugares de trabajo. No es ningún secreto que cuando más contentos y satisfechos estamos, más y mejor trabajamos y vivimos.
Sabemos que un ambiente tóxico en cualquier ámbito como las faltas de respeto o de ética, se convierten en moneda común de cambio, cuando existen chismes o rivalidades entre empleados, se daña a la organización en general.
Para lograr la felicidad en una empresa no quiere decir que diario haya fiestas, que existan jefes “barco” o que se dejen de plantear las metas de desarrollo y crecimiento. Hay fórmulas relativamente fáciles que ayudan a fomentar la paz en las organizaciones. Por ejemplo, incluir horarios más flexibles que incluso puedan permitir el trabajo a distancia, son acciones de la cultura de la felicidad ¿a quién no le gusta trabajar en pijama mientras ves Game of Thrones?. Con este tipo de iniciativas recordamos a nuestros trabajadores que también los vemos como personas, que sabemos que tienen vida después del trabajo.
Mucho depende la forma en la que los lideres de la empresa se comuniquen con sus colaboradores. Para generar un ambiente feliz y de respeto, hay que buscar formas para hacerlos sentir valiosos como un tono amable y educado, feedbacks positivos, llamadas de motivación, etc. Hoy en día tan solo date una vuelta por algún corporativo “nais” en Santa Fe, puedes encontrar originales salas de diversión,, los más afortunados tienen hasta zonas para echarte una pestañita o meditar, duchas para deportistas, maquinitas con dulces y papitas, café capuchino ilimitado, o hasta carnitas asadas los viernes en la terraza.
Estos espacios son perfectos para desconectarse un rato y tener un sitio para celebraciones, amenizar la jornada laboral y estrechar lazos. Después de tener un trabajo tan cool ¿ya te imaginaste la que te espera en súper fiesta de navidad? ¿quién no querría trabajar en una compañía tan cool como esas?
Las felicidad en la vida y en el trabajo hay que tomársela en serio, y tanto el departamento de recursos humanos, comunicación y marketing pueden ser los responsables de llevar a cabo las iniciativas.
Los beneficios de la cultura de la felicidad son ampliamente positivos tanto para empresas como para empleados. Y, de rebote, también repercuten en clientes o colaboradores.
Las personas son el motor de una empresa, y la productividad está estrechamente relacionada con la motivación. Así pues, apostando por iniciativas que mimen al trabajador y poniendo en valor sus logros y virtudes profesionales, le haremos sentir positivamente implicado con el proyecto. Si conseguimos que le guste el trabajo que realiza, que se sienta orgulloso, nunca más sentirá que “va a trabajar”. Sentirá que levanta un proyecto común.
Mejorando el ambiente conseguimos que se trabaje más a gusto y que se reduzca drásticamente el absentismo laboral. Un trabajador feliz, da la vida por su empresa, además se relaciona mejor con sus compañeros o clientes reduciendo los conflictos.
Otro gran beneficio de apostar por la paz y la felicidad, ayuda a mejorar la reputación y la imagen de tu empresa. Un trabajador contento es tu mejor influencer sin duda alguna. Implementar la cultura de la felicidad en las empresa es un reto necesario. A mucha gente no se gusta su trabajo, y eso debería de cambiar comenzando por simples detalles como la amabilidad y la sensibilidad.
La idea es que todo lo que se haga, salga del corazón, no solo para las fotos del Facebook, donde sabemos que muchas veces se publican vidas y momentos que no son reales.
¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que siempre está muy feliz, me lo permiten!