Lecciones de negocios de Super Pumped: La Batalla por Uber para crear tu propia startup
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
Hay historias que merecen ser contadas. Ya hemos visto por ejemplo la historia de Steve Jobs CEO de Apple, McDonald’s, Wework, ¿de qué otra te acuerdas?. Recientemente se acaba de estrenar por el canal de Streaming Paramount Plus (es que no encuentro del símbolo de más en mi teclado), la serie Super Pumped: La Batalla por Uber, tomada del libro de Mike Isaac, que a lo largo de los siete episodios que conforman la primer entrega de esta serie, retratan la historia de ascenso y descenso de Travis Kalanic, el polémico ex CEO de Uber.
La serie protagonizada por Joseph Gordon-Levitt (hagánse de cuenta al nuevo Lovo de Wall-Street), Kyle Chandler, Uma Thurman (quién interpreta a Anna Huffington), Elisabeth Shue, Kerry Bishé, Jessica Hecht, Hank Azaria y John Michael Higgins, y narrada por Quentin Tarantino, retrata la conflictiva relación con su mentor Bill Gurley, quien confía su su reputación al éxito de la compañía y deberá afrontar las consecuencias de cada uno de sus actos.
Super Pumped es la historia de un asshole, como el propio «T.K» se define,(cabrón o pesado). Es que el tipo no es ninguna de estas últimas dos cosas, pero de las dos primeras le sobra. Es un hombre que no tuvo la idea de Uber (eso lo hizo su colega Garrett Camp) pero sí el que juntó dinero para darle vida, entendió cómo hacerla crecer y batalló por conquistar el mercado. Cómo lo hizo y con qué métodos es lo que se cuenta aquí. T.K. puede ser un negociador nato y muchas veces le fue bien, pero su ego –y su incapacidad para reconocer errores– terminó tendiéndole una enorme trampa.
Algunos veintes que me cayeron:
Es común que en el mundo de los negocios no exista la misericordia y debes elegir si quieres ser depredador o la presa. Vemos en un inicio que Travis Kalanick, debe conseguir un gran inversionista para que “UberCab”, que luego evolucionaría a “Uber”, siga prosperando y no muera (de ahí el título del capítulo “Grow or Die”). La lección: saber lo que quieres y cómo lo quieres.
Y es que uno no puede ir con un inversionista del pelo de Bill Gurley sin saber qué, cómo, cuándo y, lo más importante, cuánto. En esta parte del capítulo T.K. lanza una frase con la que se ganaría la inversión que convirtió a Uber en el gran titán tecnológico que es hoy en día: “Voy a sacar adelante la empresa contigo o sin ti”. La lección: sé el CEO de tu propia empresa.
Algo que recalcan mucho es que Travis Kalanick está más que comprometido con su empresa. Tanto así que estaría dispuesto a arriesgarlo todo. Incluso burlar la ley y darle la vuelta a deudas millonarias raspando lo ilegal para evitar la bancarrota de “UberCab”.
La serie también refleja que no hay huecos legales para salirte con la tuya y que tienes que confiar, confiar aún sabiendo que así como tú, hay otros cientos de miles en Silicon Valley que están dispuestos a lo que sea para convertirse en el nuevo fenómeno tecnológico.
Sin duda, Uber revolucionó la movilidad mundial con su servicio de auto compartido y alquiler de conductores que llegó a ser valorada en 62 mil millones de dólares ¡más que las empresas automotrices!
Desafortunadamente, y te toca a ti verlo en Super Pumped: La Batalla por Uber, la burbuja reventó y con el paso del tiempo se dieron a conocer las malas prácticas que sacudieron a la compañía, sobresaliendo la cultura tóxica y la corrupción, llevando a Kalanich a salir de la compañía apenas en 2017, por la mala reputación que se habían creado, y los casos de discriminación y abusos sexuales.
Es hora de que sus departamentos de Relaciones Públicas se apliquen, porque esta serie no hace ver mejor a la compañía, al contrario, hemos conocido sus entrañas. Si a esto le sumamos los casos de los que nos enteramos a diario sobre la inseguridad que se ha llegado a vivir al utilizar el servicio de esta y otras empresas, la credibilidad de Uber ha disminuido en México y en el mundo. Así que es hora de ponerse a trabajar en mejorar su servicio, y sobre todo en la seguridad que exigimos los usuarios.
¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que seguro ya está pensando en hacer la biopic de su vida en esto del pi-ar, y el periodismo, me lo permiten!