Lady Di y la prensa, 25 años después
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
Se acaban de cumplir 25 años de la muerte de la Princesa Diana, catalogado como La Reina de Corazones, la primera esposa del ahora Rey Carlos III y la madre de los príncipes William y Harry, parecería que vino a recoger a su ex suegra la Reina Isabel II, quién murió a los 96 años el pasado 8 de septiembre.
De la Familia Real Británica, tal vez los royals más famosos del mundo, hemos visto durante años varias películas, series y un sinfín de documentales. Conmemorando esta trágica fecha, hace unos días se estrenó en exclusiva para la cadena Cinemex el documental “The Princess” (La Princesa), en el que se examina la vida de esta mujer, uno de los mayores iconos del siglo XX, el cual incluye material inédito y nuevos testimonios donde se expone no sólo la vida de la llamada “Princesa del Pueblo”, sino también del comportamiento de la prensa, la sociedad y las posturas de la corona británica en torno a ella.
También van a poder ver su matrimonio desde otro ángulo, como su polémica ruptura, parte de la entrevista que le dio a la BBC de Londres en la que hablaba de la infidelidad de Carlos con Camila (hoy reina consorte). Este hecho hizo que restaurantes y pubs estuvieran abarrotados paralizando la ciudad, dando millonarias ganancias a estos sitios, y obvio, a la cadena televisiva.
Pudimos asomarnos un poquito más a esos momentos durante su boda, cómo era la convivencia familiar, pero sobre todo la relación entre Diana y la prensa, que desde antes de ser la novia oficial del entonces Príncipe Carlos, ya era de lo más acosadora con ella. Durante el documental se muestran programas de televisión dando opiniones sobre su vida, aspecto, comportamiento y demás. Con ella siempre se ensañaron y daban las peores críticas, ya que nunca fue bien visto que por ejemplo, tratara de darles a sus hijos la vida más normal posible y vivieran en el mundo real. Antes y ahora el morbo ha sido el que llene las planas de los periódicos, y hoy todas estas noticias casi siempre amarillistas, sean las que tengan más likes y vistas, sin importar a quién se lleven entre las patas.
Vimos a una mujer transformada después del anuncio de su separación. Finalmente tuvo que acostumbrarse a la cobertura mediática hacia su persona, incluso hasta cuando iba al baño. Lo que esta visionaria mujer hizo, fue voltearla casi siempre a su favor, ya que como cada uno de sus movimientos era captado, hacía que todas las obras benéficas que llevaba a cabo, fueran publicadas en los medios de comunicación, y tener más ayuda de ello, así que si no puedes con el enemigo, únetele.
Eso sí, en los últimos meses de vida de Diana, fue juzgada por la prensa por andar con un árabe, y cuando murió, estos mismos medios quedaron asombrados por la ola de emotividad que inundó al país. Los diarios tenían ya lista una historia lista sobre la escoria que era Lady Di, pero tuvieron que desecharla de último momento para sustituirla por una que la dejara como un ángel descendido del cielo. La prensa es más viciosa que el propio pueblo para el que escribe, y siempre será complicado desentrañar lo que sucedió esa noche del 31 de agosto de 1997.
Cosas de la vida, finalmente el acoso de los medios fue lo que terminó matándola esa noche en el túnel del Alma en París, mientras venía huyendo de los paparazzis junto a su pareja Dodi Al-Fayed.
Hoy en día la prensa rosa se ha convertido en un round de lucha libre y se maneja con la misma mentalidad retrógrada de los años 70 u 80. Se han perdido los contenidos, las formas y el respeto. Tan solo en México la semana pasada, mientras se daba a conocer la noticia de la muerte de la Reina Isabel II, tres periodistas de espectáculos peleaban a grito pelado en horario familiar, durante un matutino de Grupo Imagen, así que qué podemos esperar.
Lady Di o The Princess es un flashback a finales de los años 90´s cargados de emoción. El film explora una vez más esta icónica historia, atrayendo a una audiencia moderna, permitiéndonos experimentarla como nunca antes.
¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que debe estar ya comprando sus boletos para ir a ver The Princess, me lo permiten!