¿Qué es el marketing olfativo?

Por Diana Alarcón Elizondo
X: @dianapat23

¿No les pasa que de pronto al oler algún aroma se acuerdan de alguien, o de algún momento? Seguramente últimamente también les ha pasado cuando pasan por alguna tienda. A mí me sucede mucho cuando ando por Studio F o The Home Store que huelen tan rico, que gracias a ello, voy muy seguido.

Y es que de los olores nace el amor. A esto se le llama marketing olfativo, que ha demostrado ser una herramienta poderosa y efectiva para transformar ambientes y potenciar experiencias. El uso estratégico de los aromas no solo es capaz de evocar recuerdos, sino que también tienen el poder de crearlos.

Esta disciplina se centra en diseñar fragancias que no solo aromatizan espacios, sino que también tejen experiencias y construyen emociones con la precisión de un artesano y la visión de un innovador. Cada proyecto es un desafío, una oportunidad para superar los límites de lo convencional y explorar el vasto potencial del marketing olfativo.

Asimismo, con esta estrategia de ventas se busca crear un vínculo emocional entre la marca y los clientes, a fin de aumentar la sensación de bienestar de los mismos e, incluso, ganar su fidelidad. Pero, ¿por qué recurrir a los olores?

De acuerdo con el Departamento de Neurogenética y Comportamiento de la Universidad de Rockefeller, los seres humanos son capaces de percibir al menos un trillón de estímulos olfativos, lo que convierte al olfato en el sentido más receptivo de los seres humanos.

Pero no solo eso. También se ha demostrado científicamente que el olfato es el sentido que permite canalizar mayor cantidad de información al cerebro. En 2004, los científicos Richard Axel, de la Universidad de Columbia, y Linda Buck, de la Universidad de Washington, fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina por descubrir que las personas son capaces de recordar miles de olores del pasado, así como imágenes asociadas a ellos.

Esto convierte al olfato en una herramienta muy importante para el mercado, pues lo que buscan todas las marcas, además de lograr ventas, es ser reconocidas y permanecer en la mente de las personas por mucho tiempo. De acuerdo con la empresa Aromarketing, especialista en marketing olfativo, el uso de aromas en tiendas ayuda a incrementar hasta en 26% el tiempo promedio de estancia en los establecimientos comerciales. Además, permite elevar las ventas en 20%.

Actualmente, los aromas son utilizados en todos los giros de negocio, desde tiendas departamentales y de tecnología, hasta sucursales automotrices y establecimientos de comida rápida. Además, se emplean lo mismo en gimnasios y oficinas, que en casas funerarias, librerías y hoteles, llegando, incluso, a comercializarse al público. Los aromas de las tiendas varían según el tipo de sensaciones que se busquen despertar en los consumidores. La mayoría de los olores empleados son artificiales, pues son creados especialmente para cada marca. Muchas veces, se trata de combinaciones de varios olores.

En otros casos, podemos encontrar aromas que, aun cuando cualquiera podría jurar que son naturales, en realidad no lo son. De acuerdo con un reportaje de la BBC Mundo, el olor a palomitas de maíz en los cines o del pan en algunas panaderías, así como el aroma de madera en los autos Rolls-Royce o de cuero en ciertos muebles, son artificiales.

Pero ya sean naturales o artificiales, todos los olores sirven para el mismo fin dentro del mercado: darles una mejor experiencia de compra a los clientes e incrementar las ventas en los establecimientos.

Es así como la construcción de una marca ya no solo depende de elementos visuales (colores, diseños, logotipos) o auditivos (canciones, jingles). Ahora también cuenta el aspecto olfativo, pues es igual de importante que los otros para transmitir y provocar sensaciones.

En la medida en que las marcas entiendan esto, no solo ganarán la fidelidad y permanencia entre los consumidores, sino, además, verán incrementadas sus ganancias. Los aromas son mucho más que simples fragancias; son vehículos de emociones, constructores de experiencias y creadores de recuerdos.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que seguramente ya anda investigando aromas para sus estrategias de marketing me lo permiten!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *