Hoy solo es Marianne “N”

Por Diana Alarcón Elizondo
X: @dianapat23

Con el reciente caso de la influencer Mariannge Gonzaga, quién apuñaló 14 veces a su colega Valentina Gilabert, por supuestamente haberle bajado al novio, es un caso que seguramente nos ha costado mucho darle crédito.

En estos tiempos donde nos regimos por likes en nuestras publicaciones, o por tener el mayor número de seguidores, solo muchas veces por tener aceptación ante nuestra comunidad, los casos se vuelven mucho pero mucho más violentos.

A los 17 años, conocida por su lujoso estilo de vida, maternidad y giveaways, esta chica antes de ser arrestada, ya había pasado por diversas controversias. Una de ellas, fingir la compra de una lujosa propiedad en Cancún, lugar en el que vivía. Fue apenas en octubre del 2024, que la exinfluencer Marianne Gonzada generó polémica tras darle a sus miles de seguidores un tour por su supuesta nueva casa valuada en 60 millones de pesos, mostrando los cambios que pensaba hacerle. La historia tomó un giro cuando las redes hicieron su magia, y muchos usuarios descubrieron que la propiedad seguía disponible en Airbnb, lo que la obligó a aclarar que solo la rentaría por un año.

La controversia escaló aún más cuando el dueño de la casa, Ricardo Ponce, conocido como el “gurú de la liberación emocional”, desmintió la versión de Gonzaga y la acusó públicamente de engañar a sus seguidores. En respuesta, la influencer aseguró que Ponce la había amenazado a ella, a su madre y a su bebé.

La disputa se volvió viral en TikTok, donde varios creadores de contenido opinaron sobre el tema y la compararon con Nicole Agnesi, otra influencer que recientemente había adquirido una lujosa residencia.

Hoy identificada solo como Marianne “N”, después de ser detenida por el delito de lesiones calificadas, los padres de la víctima Valentina Gilabert, y la sociedad en general, piden justicia, y sobre todo que se le juzgue con todo el peso de la ley, ya que existen variantes debido a que la imputada aúnes menor de edad.

¿Qué tiene que hacer una niña de 17 años con una vida de lujos, como si tuviera más de 35 y que no es dueña de sus emociones? ¿A qué se dedica su familia, dónde están sus padres?

Marianne es un reflejo de cómo está la salud mental en nuestra sociedad y sobre todo el vivir de las apariencias, y aunque muchas perdonas en redes también la han apoyado, no hay manera de justificar esta agresión.

Las redes sociales se están convirtiendo en una verdadera hoguera. Por más filtros que los padres pongan a sus hijos sobre que ver o no ver en línea, urge que en las escuelas y por todos lados haya más psicólogos, grupos de apoyo y que la comunicación sea enfocada a otro tipo de cuestiones más humanas.

La mayoría de los influencers están dejando secuelas a las nuevas generaciones que quieren ser como ellos, como frustración y miles de complejos.

El caso de Marianne Gonzaga y Valentina Gilabert e el claro ejemplo de que no hay que creer en todo lo que vemos en internet, no todo es perfecto. Esta también es una llamada de atención para las marcas, que seguramente pondrán más filtros y atención a los perfiles que contratan para sus acciones publicitarias.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor, al que hoy solo le mando saludos, me lo permiten!

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