Babatzim: el Ouzo griego con 148 años de destilación
Por Armando Enríquez Vázquez
Twitter: @cernicalo
Todos los países tienen una bebida que identifican como propia, en el caso de Grecia es esta bebida anisada y esta es una marca reconocida en el mundo. Aquí la historia de Babatzim.
Los pueblos de gran tradición vitivinícola no se han limitado a la creación de vinos. Han aprovechado los desechos de los procesos de la producción para crear nuevos licores, llamados de doble destilación, así los españoles con el orujo, los italianos con la grapa y los griegos con el Tsipouro y con el Ouzo, que es una modificación del primero.
Se sabe que los monjes del monte Athos, fueron los primeros en destilar Tsipouro desde el siglo XIV y por mucho tiempo la receta fue guardada como un secreto por la comunidad del monasterio, poco a poco la receta se hizo del conocimiento público y en la actualidad, aunque las familias productoras de la bebida alcohólica guardan celosamente la receta propia, se puede hablar de dos tipos de Tsipouro uno puro y el otro anisado.
El Ouzo otra bebida que esta relacionada con la antigua nación europea, es similar al Tsipouro en el sentido que es un destilado del hollejo de la uva resultante de la fabricación del vino, sin embargo la gran diferencia es que el Ouzo se destila en calderos de cobre, eso y el uso de un alcohol casi puro en su destilación lo diferencian totalmente del Tsipouro que mantiene un remanente del sabor de la uva, mientras que en el caso del Ouzo el sabor predominante es el anís y las diferentes plantas que se utilizan en su destilación.
En 1875, Anestis Babatzimopoulos de Stavros comenzó a destilar su Ouzo en su tierra a veinte minutos de Constantinopla, hoy Estambul. Debido a las prohibiciones musulmanas en cuanto al consumo de bebidas alcohólicas, Babatzimopoulos estaba obligado a exportar sus bebidas fuera de las fronteras del Imperio Otomano a Austria y a Rusia.
En 1928 Anestis y sus hijos migraron a Grecia y se establecieron en la ciudad de Kavala, al ser una familia numerosa con el paso de los años los hijos se esparcieron por Grecia, creando una red de producción y distribución que incluía las ciudades de Drama y Tesalónica. Pero los pleitos familiares destruyeron el negocio que se fracturó en el número de hijos de Anestis.
Uno de los nietos de Anestis, con el mismo nombre y apellido heredó la parte del negocio que correspondía a sus padres ubicada en la ciudad de Tesalónica. El padre murió en 1947 y por un tiempo fue la madre la que se encargó de la destiladora en Tesalónica. La historia de este segundo Anestis está relacionada de manera directa con la difusión y promoción del Ouzo y el Tsipouro en Grecia y el mundo. Babatzimpoulos le dio la distinción de bebida nacional a ambas bebidas.
En una entrevista concedida en 2009 a la revista griega Parallaxi, Babatzimpoulos daba también su lugar al azar en el crecimiento y éxito de su empresa a la depresión económica en Grecia y al consumo por parte de los habitantes de Ouzo que era la única bebida alcohólica al alcance a de los bolsillos del pueblo griego, hoy la bebida no sólo es popular, si no que se ha convertido en una bebida gourmet y de demanda en el mundo.
Babatzim, cuyo nombre es una palabra turca de respeto al padre, la empresa que fundò su abuelo se perpetuó gracias a este segundo Anestis, responsable de agregar anís al Tsipouro y se dice que el primero en embotellarlo para su venta. La marca del Ouzo de Babatzim es Ouzo 1 y se destila en calderos artesanales de cobre.
Babatzim también produce otros licores herbales y frutales y tiene unos viñedos cerca de Tesalónica donde produce vinos de mesa.
Con la muerte de Anestis el 24 de diciembre de 2018, la empresa quedó a cargo de su hijo Christos Babatzimopoulos que es la cuarta generación que se encarga de la destilería.