La historia de la cafetera de origen italiano que da vida a la marca Bialetti
Por Armando Enríquez Vázquez
Twitter: @cernicalo
Conocida y reconocida por su forma octagonal esta cafetera de origen italiano fue el inicio de esta empresa dedicada al café. Hablamos de la marca Bialetti.
A pesar de que el café no se cultiva en Italia, los italianos adoptaron la bebida de origen africano y la volvieron suya y hay en la historia del café marcas, tecnologías y formas de prepararlo que se dicen italianas.
Alfonso Bialetti nació el 17 de junio de 1888 en la región italiana de Piamonte, durante su infancia y adolescencia vivió en Francia, al regresar a Italia en 1919 tras la I Guerra Mundial, abrió una fundidora en la ciudad de Crusinallo. La empresa estaba dedicada en especial a la creación de objetos de aluminio a partir de moldes y tenía por nombre Alfonso Bialetti & C. Fonderia in Conchiglia, con el paso de los años la fundidora se convirtió en una empresa dedicada también al diseño industrial.
El café espresso, un favorito entre los italianos, se convirtió en los tiempos de crisis posteriores a la guerra en un verdadero lujo. Los consumidores veían sus posibilidades de hacerse de un café espresso limitadas al dinero en su bolsillo, pues el espresso se fabricaba en establecimientos; cafeterías, restaurantes o bares. Alfonso diseñó entonces una cafetera para hacer café espresso. Alfonso nunca imaginó el éxito que tendría su cafetera y cómo habría de sobrevivir por décadas con el mismo modelo para el gusto y satisfacción de millones de amantes del café en el mundo. La cafetera basada en el futurismo y el art decó es una jarra octagonal de aluminio pulido. En su interior esta cafetera consta de tres partes la primera en la parte inferior de la jarra donde se vierte el agua, en medio una zona para el café finamente molido y la parte superior donde queda el café listo para beberse. El agua sube al momento de hervir por medio de un tubo que la lleva al área superior para crear la infusión. El hecho de que el filtro se encuentra en la parte media de la jarra evita que el café molido deje residuos en la bebida resultante. La gran ventaja de la cafetera de Bialetti era que estaba diseñada para utilizarse en la estufa casera.
Bialetti presentó su invento en 1933. Lo llamó cafetera Moka en honor a la ciudad yemení de Moca que era cercana las plantaciones que exportaban más café a Italia. El inventó fue un éxito en la región donde se encontraba la fábrica de Bialetti, pero a lo largo de más de diez años la venta de cafeteras Moka se limitó a dicha región y se calcula que fue de unas 70,000 unidades. Al terminar la II Guerra Mundial, Renato Bialetti, hijo de Alfonso nacido en 1923, quien fue prisionero de un campo de concentración alemán, regresó para dirigir la empresa fundada por su padre. Renato era un visionario y experto en marketing y fue él quien convirtió la marca en un éxito mundial.
Renato decidió invertir en crear una imagen corporativa. El artista gráfico Paul Campany fue el responsable de crear al Hombrecito con bigote (L’omino coi baffi), un personaje caricaturizado y que, gracias a una fuerte inversión en una campaña de televisión, sobre todo en un popular programa llamado Carosello que se dedicaba a presentar comerciales en forma de sketches, se convirtió en un personaje muy reconocido entre los italianos y posicionó a la marca en la nación italiana, con el la frase Sí, sí parece muy fácil hacer un buen café. De hecho, es este personaje el que adorna todas las cafeteras de Bialetti hasta la fecha.
Alfonso Bialetti murió el 4 de marzo de 1970. En 1986, por la crisis económica Renato Bialetti vendió la empresa familiar y en 1993 la empresa se fusionó con el grupo de artículos de cocina Rondine Italia, que es su actual dueña.
De acuerdo con el sitio de la marca, de cada 10 hogares en Italia, nueve tienen una cafetera Bialetti. En 2016, Bialetti presentó su primer modelo para parrillas de estufas de gas, eléctricas, de superficie de cerámica, hoy Bialetti vende otros artículos de cocina, además de una variedad de café en diferentes presentaciones.
En 2016, Renato Bialetti murió y en un postrero acto de identificación con la marca que el solidificó e internacionalizó pidió como último deseo que sus cenizas fueran depositadas en una cafetera extra grande de Bialetti.
La cafetera Moka de Bialetti está reconocida como uno de los grandes diseños italiano de todos los tiempos y es parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.