México sin Relaciones Públicas… y sin Línea 12 del Metro
Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23
La semana pasada sucedió en México la hasta ahora catalogada como la mayor tragedia del sistema de Transporte del Metro. Eran más de las 10 de la noche cuando varios de los vagones cayeron de las vías en las estaciones Tezonco y Los Olivos, que recorre desde Mixcoac hasta Tláhuac, uno de los municipios de la Ciudad de México más poblados. La cifra de padres, madres, hijos, amigos va hasta el momento en 26 fallecidos y más de 60 heridos que aún siguen en los hospitales.
Desde el 2012 muchos capitalinos se habian beneficiado con la llegada de este sistema de transporte en la zona, una de los más poblados de la capital. Más de 435 mil pasajeros viajaban a diario, ahorrándose tiempo para llegar a sus destinos. Y digo viajaban porque por obvias razones, todas las estaciones de la Línea 12 están cerradas por el proceso de peritaje.
El desafortunado accidente se viralizó de inmediato en las redes sociales, ya que muchos usuarios se dieron a la tarea de informar lo sucedido y dar un estatus del rescate de las personas que estaban adentro de los vagones, y apoyo en general.
Mientras veíamos esas imágenes tan dolorosas y sentir que nuestro corazón se estrujaba al imaginar las historias de todas esas personas que ya no pudieron llegar a su casa, el Sistema de Transporte Colectivo Metro emitía un escueto comunicado donde solamente decía que la Línea 12 estaría fuera de servicio.
Y mientras tanto desde el Palacio Nacional, una de las cosas que más nos han llamado la atención a los mexicanos, de muchos otros países incluyendo a sus gobernantes, es la falta de empatía y sensibilidad por parte del Presidente AMLO ante una situación de esta magnitud.
Vimos como siempre como los involucrados en este o en algunos otros temas, “avientan la bolita” como a un Marcelo Ebrard quién en ese tiempo era el responsable de la coordinación y construcción de la Línea 12 del Metro, entre otros personajes. Vimos también a una Claudia Sheimbaum sin saber qué hacer, viéndola como se hace chiquita al estar completamente sola en la jefatura de gobierno de la CDMX. Nuestro gobierno ha parecido siempre una parodia de programa cómico de Televisa, que lo único que nos ha dejado ver es que (como siempre) no hay una dirección y todo está “patas para arriba” y sin ganas de solucionarlo.
Al día siguiente de la tragedia y durante “La Mañanera” de siempre, observamos a un AMLO insensible, cero empático y con unas ganas de irse a dormir, que no podía esconderlas. Al final se fue a Guatemala de gira y en ningún momento fue a ver la zona cero porque no es su estilo tomarse fotos. Mucho menos ir a un hospital para ver cómo seguirán los heridos.
En fin amigos lectores, aquí lo único que importa es posar para fotos desayunando delicioso mientras millones de pobres no tienen que llevarse a la mesa (eso es una mentada de madre), ir a saludar a los narcotraficantes y a sus mamis, besuquear niñas en plena pandemia hasta dejarles la mejilla mordida y babeada, ponerse un collar de flores y dejarse colgar panes en las orejas..ah y mostrar un estadio de beisbol, ahí sí todo está perfecto.
Decía Carlos Loret de Mola en su columna de la semana pasada para el periódico El Universal que incluso este comportamiento no se lo esperaba de él, porque su larga lucha como dirigente opositor popular y su imagen de político cercano a las personas más desfavorecidas le hicieron pensar que su gobierno sería una extensión de esas cualidades, pero no fue así.
Ya convertido en Presidente de México, hemos visto una metamorfosis muy triste, donde aquel hombre que se ensuciaba los zapatos para recorrer el país de rincón en rincón, hoy tristemente se ha convertido en un fifi que goza de los lujos del Palacio, mientras solo se la vive quejándose de los males que le aquejan a él, no al pueblo
Hemos visto a AMLO que al momento de una crisis es el primero que corre y se esconde en su Palacio (Nacional), el lugar donde critica a los “fifis”, sin haberse dado cuenta de que como expresa Loret, el se ha convertido en uno más. Lo que más hemos visto de él en casos extremos es subirse a un helicóptero para ver de lejitos las zonas afectadas y muchos actos de simulación.
Ya vimos que en en su manual de comunicación (que solo existe en su cabeza) o hasta de principios no incluye dar de inmediato un mensaje de condolencias a la nación entera y a los afectados, mucho menos darse la vuelta (por algo será). Sabemos que AMLO no quiere correr riesgos de asistir a lugares con demasiada gente para evitar que le digan sus verdades a la cara junto con algunas mentadas de madre, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones anteriores.
Ser Presidente de México o de cualquier país no solo es dar conferencias mañaneras para promoverse y hablar bien de uno mismo (como cae gordo eso) y mandar tuits. No se puede gobernar desde un escritorio en tiempos de pandemia y estar perdiendo el tiempo de esa manera.
Lo que sucedió la semana pasada en la Línea 12 del metro fue una tragedia que abarcó espacios noticiosos y solidaridad con el pueblo mexicano desde muchos países. Fue increíble, triste y desgarrado el ver tantas muestras y mensajes de solidaridad y apoyo, uno de los más viralizados fue el que pusieron los trabajadores del metro en Reino Unido en una de sus estaciones.
Una vez más vimos a un Presidente insensible, que no tiene la mínima idea de gobernar un país y sobre todo de actuar con las crisis que han sucedido desde que comenzó su mandato.
¿Cómo puede una persona (olviden lo de Presidente) estar tan tranquila en medio de tanta tragedia? Lo que si me queda muy claro es que con estas actitudes más que obvias (no necesitas ser un experto en política para saber lo que está sucediendo en México) es que a AMLO ya se le ha caído la careta ante la nación y ante sus miles o millones de seguidores, sin duda alguna. Ya se verán los resultados en las urnas este próximo 6 de junio.
Hoy México es visto ante los ojos del mundo como un país sin dirigentes, que se maneja solo y con habitantes desprotegidos. Muchos de ellos han tenido que hacer justicia por propia mano porque nadie (nos) los escucha.
México se ve cómo un país sin timón, sin orden y que va hacia mundo desconocido de las manos de una persona llena de odio y con ansias enfermas de poder y egoísmo. Urgen manos a la obra, respeto y amor al pueblo, pero sobre todo una dirección de comunicación que por lo menos en los años que quedan de mandato de AMLO, ayude a limpiar su imagen como hombre (como político dudo que recobre algo de lo que muchos pensaban que era) y le enseñen a hablar, a dar discursos, a comportarse y a comunicarle las consecuencias que su comportamiento le ha dejado a México, a su persona y a su Partido.
Este es el claro ejemplo de la necesidad de un área de comunicación o Relaciones Públicas para políticos, empresas grandes y pequeñas y todo lo que pudiera ser público o sujeto a promoción o cuestionamientos.
Much@s seguimos dolidos por lo que pasó y son heridas que tardarán en sanar, simplemente porque amamos a nuestro país y sabemos la clase de personas buenas, honradas y trabajadores que hay en las calles de nuestro México.
Hoy Día de las Madres, dediquemos un pensamiento a ellas, y a las personas que perdieron la vida en ese fatal accidente de la Línea 12 del Metro. Muchas de ellas seguramente vendrían pensando cómo festejar este día, y ya no se pudo lograr.