El marketing verde, un imprescindible en las empresas

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

Este 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, y en temas de marketing, esta área no se queda atrás. El llamado marketing verde busca desarrollar, productor y distribuir productos que contribuyan a reducir la huella medioambiental. Y es que los consumidores cada vez muestran más conciencia sobre la importancia de preservar la salud del planeta, y las marcas apuestan también por la sostenibilidad.

Aunque parezca que es una estrategia de moda actual, las primeras prácticas del marketing verde se remontan a los años 70, aunque es ahora cuando cobra fuerza esta práctica comercial que busca beneficios en el consumo responsable. No fue si no hasta los años 80 y 90 cuando las compañías integraron el respeto por el medio ambiente en sus procesos y servicios hacia una dimensión más verde. Este boom llegó hasta esos años, ya que fue cuando se comenzó a presentar la mayor sensibilización social por los temas medioambientales.

Y claro, el evidente calentamiento global, la falta de recursos naturales, las especies en extinción, obliga a las empresas y a la sociedad a modificar su comunicación, sus procesos y hábitos de vida hacia un consumo responsable. Por lo tanto, el marketing verde trata, por tanto, de satisfacer las necesidades del consumidor (interesado en adquirir productos sostenibles) y, al mismo tiempo, ayuda a las empresas a alcanzar sus objetivos económicos, puesto que estas ganan en atractivo al alinearse con las tendencias más en boga.

Los mensajes verdes bien enfocados, tienen una importante dimensión social, ya que sirven para generar conciencia y hacer entender sobre el panorama medioambiental. Con la aplicación de la mercadotecnia sostenible, las compañías amplían el abanico de sus potenciales clientes, no hay que olvidar que es la conciencia ecológica colectiva la que inspira el consumo. A la vez, las empresas posicionan sus marcas como referentes en el mercado, ganando puntos frente a aquellos competidores que no ostentan el estandarte ecológico de sus productos.

Un ejemplo de marcas sustentables son Absolut Vodka, que acaba de lanzar a la venta una botella ecológica en Reino Unido en papel ecológico. Esta es una prueba que estará en algunos supermercados del país de la realeza por un lapso de tres meses. Esta presentación hecha con 575 de papel y el resto con una barrera de plástico reciclable es de 500 ml. Con ello, la marca quiere conseguir que poco a poco, la botella sea 100% ecológica. La compañía asegura que está en camino de crear productos que sean totalmente ecológicos para el año 2030.

Cada vez más, las marcas apuestan por la sostenibilidad con el objetivo de cuidar el medio ambiente y dejar un futuro mejor a las próximas generaciones.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que ya debe estar regando sus plantitas para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente me lo permiten!

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