¿Por qué el Día del Padre refleja menos atención que el Día de la Madre?

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

Si este Día del Padre le compraste un regalo a tu papá, es muy posible que hayas gastado menos de lo que gastaste para el regalo de tu mamá el 10 de mayo pasado. Y aunque existe una fecha formalmente establecida para celebrar a los papás, es evidente que no recibe tanta atención como el Día de la Madre, sobre todo en términos comerciales y de marketing.

En una sociedad y mentalidad como la nuestra, incluyendo a muchos otros países de Latinoamérica, se considera que las mamás merecen más y mejores regalos porque se ve desde afuera que son las que más contribuyen a la casa.

Y conste que no digo que las mamás sean más importantes que los papás. De hecho, numerosos estudios dan cuenta de la importancia que tiene la figura paterna en el desarrollo emocional, social y psicológico.

La gente ve que las actividades de la casa, la educación y demás son como una especie de sacrificios, así tipo como la Virgen de Guadalupe. Es por ello que las mamás tienen un lugar especial en el corazón de las personas.

Por el contrario, por culpa de Paquita La del Barrio o de Shakira, la mayoría de los hombres son vistos como inútiles, mujeriegos, golpeadores y demás. Pero yo se que ahí, por ahí debe haber muchísimos que se merecen que les den todo el amor y regalos, como los de las mamás.

El Día del Padre lo vemos pasar casi como un día cualquiera. Los restaurantes operan con normalidad, las tiendas y el tráfico igual. Eso si, las redes sociales y los medios de comunicación dedican espacios con regalos que podrian gustarle, por lo menos para nuestras marcas sigue habiendo espacios para ello.

Y es que por siglos los roles sociales han destinado a las madres el cuidado del hogar y los hijos, y a los padres se les ha relegado al rol de proveedores materiales. Aunque en los últimos años se ha visto cambio de rumbo y a muchas familias rompiendo estereotipos, la transición es relativamente reciente.

No se trata solo de las madres, que además de ser amas de casa se integran a formalmente a la vida laboral y profesional, convirtiéndose también en proveedoras. Los padres también están interesados en participar más de la vida hogareña.

Pero fíjense como aún así hasta en tiempos del calendario, siempre se favorece a las mamás. En Estados Unidos el Día de la Madre fue formalmente instituido por el gobierno en 1913, mientras que el Día del Padre fue oficializado hasta 1972. La mayoría de países en la región de Latinoamérica adoptaron estas celebraciones después, generalmente utilizando las mismas fechas que Estados Unidos.

Así, se maneja otra teoría basada en las temporadas de ese país, en la que el Día de la Madre cae justo cuando los chavitos están por salir de la escuela. También es el mejor momento de la primavera, cuando florecen la mayoría de las plantas, no es extraño que las flores sean uno de los regalos más populares.

Pero el Día del Padre es en la segunda mitad de junio, una época muy ocupada, es temporada de bodas y vacaciones familiares. Así el presupuesto y el calendario suelen estar más comprometidos.

No me queda duda de que hoy en día, muchos papás tienen relaciones más cercanas con sus hijos, en comparación con generaciones anteriores. Esta relación ayuda a facilitar el proceso de elección de regalos, porque sus hijos lo conocen mejor.

Pienso que lo mejor de este día el el valorar a la persona que tenemos como papá y pasar tiempo de calidad juntos. Tal vez ese sea el regalo que se merecen ambos.Y si ya no lo tienen, dedíquenle un pensamiento bonito y recuerden todo lo que pasaron juntos. Al mio le mando besos hasta el cielo.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que debe estar todavía celebrando el Día del Padre, me lo permiten!

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