El panorama de las Relaciones Públicas en el 2021… y de paso la segunda temporada de Monarca (la serie)

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

Nos llegó el 2021, dichosos quienes podemos decirlo y vivirlo. Hoy más que nunca valoremos el comienzo de un libro en blanco ara tratar de llenarlo de cosas buenas para nuestra vida y la de los demás. No me odien por cursi, pero a muchos el 2020 nos dejó muchas enseñanzas y estoy segura de que los que continuamos aquí, no vamos a poder olvidarlo.

A pesar de que en este 2021 no se vea muy prometedor en cuanto a que el Covid-19 nos abandone, ya vamos algunos pasos adelante con la llegada de la vacuna poco a poco, pero sabemos que las cosas no van a cambiar solo porque comenzamos un nuevo calendario. 2020 nos dejó ver la realidad de muchas cosas, comenzando por el mal manejo de la pandemia desde nuestras autoridades, pero también nos mostró la verdadera cara del personal médico, los verdaderos héroes de esta situación quienes día y noche dan su vida por nosotros. El año pasado nos mostró la verdadera cara de los seres humanos, supimos quién sí y quién no, que sí y que no conviene a nuestra vida.

En temas de comunicación y que tienen que ver con esto de las personalidades, vimos que los llamados influencers y famosos continuaron haciendo de las suyas, mostrándonos su nulo conocimiento de imagen, humildad o respeto hacia los demás. No pudieron ocultar por nada del mundo la opulencia en la que viven y su falta de tacto hacia quienes no tuvieron o tienen nada que comer, a quienes han perdido un ser querido, sus trabajos o su tranquilidad.
Morimos de envidia por ejemplo al ver a JLo (Jenny from de block quedó atrás hace muchos muchos años) y su vida despotricandonos sus millones, su novio y sus photoshops con su cuerpazo y cara perfectos, y así la lista de los que además de enseñarnos sus mansiones con bosques interminables, sus albercotas, nos cantan cancionsitas y demás, es interminable.

Los famosos cumplen con funciones sociales, ya que fungen como ídolos aspiracionales, ya que están encima del éxito de sus seguidores. Su estilo de vida estimula a los terrenales a trabajar duro para tratar de ser como ellos. Por otro lado a veces sirven como una distracción o cortinas de humo a los temas de siempre.

Estamos iniciando una nueva oportunidad para realizar nuestros sueños (la mayoría desde casa porque seguiremos encerrados por algunos meses más), y en donde tenemos que cambiar el chip y pensar que ese rollo de los chones rojos o amarillos que nos pusimos o no en la noche de Año Nuevo nos van a funcionar, o tal vez nos quedemos a vestir santos porque no lo hicimos. Para atraer la suerte y la buena fortuna hay que luchar, hay que dejar de pensar hoy y siempre que nos va a tocar la puerta y de inmediato nos vamos a hacer millonarios, o vaa venir Brad Pitt a llevarnos a vivir a su mansión de 20 millones de dólares y viviremos felices para siempre.

Hay que tratar de pensar positivo, meternos en la cabeza de que eso de que no hay mal que dure 100 años es verdad, no cerrarse a nuevas oportunidades, buscarlas y seguir tocando puertas, juntarte con personas positivas y sobre todo ver que podrías hacer distinto este año, para que esto te brinde cambios. Cambia la leche de tu latte por leche de almendras, sal a caminar, cambia de ruta, todo cambio en cualquier aspecto de tu vida si funciona.

Aceptémoslo, las restricciones no se van a relajar hasta dentro de varios meses, esto de la pandemia parece un castigo interminable y puede que nos hemos llegado a sentir dentro de una burbuja. Quedarse en casa puede parecer que estamos metidos en una prisión, pero hay algo que puedes aprender de los presos: saben adaptarse a las condenas largas (bueno, la mayoría y porque no les queda de otra), y eso es lo que ayuda a definir o redefinir lo que en realidad es importante.

Para este 2021 las Relaciones Públicas continuarán dando gala de su importancia, ya que serán las encargadas de mostrarnos todos los casos de éxito (si son bien llevadas, claro) de las compañías y de cómo salieron adelante ante el Covid-19, un ejercicio de supervivencia y de destreza en comunicación que servirá como guía para los años venideros. Créanme que a muchas de estas jamás se les volverá a ver desprevenidas y sin un plan de acción en crisis.

Además, según datos del estudio Media Trends & Predictions 2021 de Kantar (empresa líder de datos, insights y consultoría), sobre el comportamiento del consumidor y las dinámicas de la industria que han venido para quedarse, muestra las estrategias clave que se impulsarán este año para el crecimiento y posicionamiento de las empresas, por ejemplo: el e-commerce y el streaming con o son coronavirus ha llegado para quedarse. Cuando todo vuelva a la “normalidad” las compras virtuales del supermercado, los audífonos y hasta el pozole de Casa de Toño seguirán vigentes, el home office y las juntas de Zoom también. Ya vimos que para ser productivos, no es necesario estar toda una mañana en el súper o en la comer o en la oficina a la que llegaste después de dos horas de tráfico o de apagones en el metro.

Las marcas invertirán mucho más en redes sociales y en pautas en televisión o Netflix, ya que fueron los medios más vistos durante la estancia en casa. Las marcas se volverán más abiertas y dinámicas en su planificación de la comunicación y los medios, y romperán silos para crear campañas que lleguen a sus receptores a través de todos los canales, utilizando a los influencers de manera estratégica.

Este año las marcas tendrán que ser mucho más activistas para así conectar con sus consumidores de manera más significativa, pero las acciones dicen mucho más que las palabras. La relación entre los valores, la selección de medios y la estrategia de influencers es cada vez más importante para las marcas, así que háganlo con calma y con la ayuda de una estrategia de Relaciones Públicas y marketing bien planteadas.

No elijan influencers porque si, dense el tiempo de conocerlos y analizarlos a la perfección para el bien de su marca. Como siempre, la creatividad continuará siendo la protagonista. Buscando diferenciarse, los anunciantes y las agencias utilizarán nuevos canales y formatos para sus campañas; los creadores de contenido deben centrar sus esfuerzos en las plataformas que les ofrezcan un mayor valor.

El consumo de medios en el hogar aumentó durante la pandemia, pero aún no se sabe si estos nuevos hábitos han venido para quedarse y el desafío que esto representa para los anunciantes a la hora de optimizar su compra de medios. Es que el Covid-19 ha provocado que la innovación sea más constante. El panorama dentro del mundo de la comunicación es vital para la recuperación económica, sin duda alguna.

Las Relaciones Públicas hoy en día son tan importantes y parte de nuestra vida que tal vez no nos hemos dado cuenta de que vivimos inmersas en ellas. Para despedirme de esta nuestra primera columna de hoy, les recomiendo que no dejen de ver la película de Disney Pixar que se acaba de estrenar hace unos días por streaming (nuestra nueva realidad), estoy segura de que les ayudará a captar lo verdaderamente importante en su vida, la importancia de los detalles y sobre todo el saber para que o por qué seguimos en este mundo.

Por último, a mis colegas publirrelacionistas del alma, más que nunca a ustedes les recomiendo ver la segunda temporada de la serie Monarca y que se acaba de estrenar a través de Netflix este 1 de enero. Así como en su primera entrega en el 2019 (y que le dedicamos una columna entera), en cada uno de sus capítulos vemos cómo aplicar las Relaciones Públicas rigen el futuro y buen nombre de una marca.

En los primeros capítulos pudimos ver la importancia de las mismas, combinadas con las redes sociales, pueden crear un gran equipo y un mayor alcance inmediato a sus audiencias. Vemos que el trabajo en equipo y una estructura basada también en la confianza son la base, además de que no cualquiera y no solo por ser la esposa del dueño, puede hacer fungir como el gerente de comunicación. Hay que tener visión, garra, sentido común y personalidad, no solo contactos. Vimos que todo acto tiene sus consecuencias, y que al final el karma se encarga de hacer lo suyo y de hacernos saber que nada ni nadie somos indispensables también.

Y claro, todo envuelto en una trama (filmada durante la pandemia y con unas locaciones impresionantes) que te va a tener desde el capítulo uno hasta el ocho, pegado a la televisión y sin ganas de ir a hacer pipí porque está (en mi punto de vista) mucho mejor que la primer temporada, más oscura, más emocionante y más inesperada que nunca.

¡Comencemos pues esta primer página en blanco, y nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que a estas alturas me debe estar odiando porque ahora si me pasé de párrafos y caracteres, me lo permiten!

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