Kapla: la marca que habla de gnomos, castillos y planchas de pino

Por Armando Enríquez Vázquez
Twitter: @cernicalo

Muchos son los juguetes de construcción. Este fue creado con la idea ayudar al inventor a construir su propio castillo.

Tom van den Bruggen nació en 1945 en Holanda. Desde su adolescencia idealizó a un grupo de tertulianos y artistas que en siglo XVII se reunían en el castillo de Miuderslot al norte de Holanda y a los que la historia holandesa llama Miuderkring. Lo que llevó a van den Bruggen desde esa temprana edad a querer vivir en un castillo.

Al cumplir 25 años van den Bruggen encontró una antigua granja abandonada en Francia, cerca del río Tarn, rápidamente Tom pensó en convertir el lugar en el castillo anhelado, y conforme a lo que él mismo cuenta, después de vender sus propiedades en Holanda, compró la granja y durante los siguientes 16 años llevó una vida frugal, sin lujos. Tom y su esposa se adaptaron a esta nueva forma de vida rústica; sin electricidad, ni plomeria en la propiedad. Poco a poco van der Bruggen fue restaurando la propiedad, haciendo las adecuaciones necesarias para convertirla en un castillo. Para subsistir Tom primero ofreció sus servicios para reparar las casas de los vecinos y habitantes de la región de Averyon donde se encontraba la propiedad. Después se convirtió en agente de bienes raíces y cuando la compra venta de propiedades se desplomó en Francia comenzó a reparar pianos. Pero en el inter, imaginando los cambios necesarios para construir el edificio de sus sueños, decidió visualizar sus ideas a través de una serie de pequeñas tablas de madera de pino que él mismo creó con una proporción de 1:3:15 (1 de ancho, 3 de ancho y 15 de largo) lo que le permitió formar estructuras fuertes, por un lado, pero también podía detallar pisos
y marcos para puertas y ventanas.

Las ventajas que el creador de las tablas ve sobre otros juguetes del sector es que con Kapla no se necesitan piezas de unión o que exista una diferencia en las piezas para acoplarse. Durante la década de los 80, Tom jugaba con las placas de madera hasta que decidió sacar a la venta su invención a la que nombró Kapla, que es una contracción de Kabouter Plankjes, que en holandés significa Placas de Gnomo. En 1987 salieron a la venta las primeras cajas de las placas,
pero como el mismo Tom van den Bruggen reconoce, en un inició el juguete no llamó la atención por lo que van den Bruggen tomó la iniciativa de ir a un supermercado a jugar con él. Comenzó a vender las cajas con las placas y además en ese contacto directo con el consumidor Tom se dio cuenta de que uno de cada tres compradores eran personas dedicadas a la educación básica.

Esto lo situó en un mercado muy específico y de pronto su gran promotor fue el ministerio de educación francés que lo calificó de un juguete altamente educativo. Uno de los grandes espaldarazos al juguete vino del parte del mismo gobierno de Francia que compró 300 cajas de Kapla para regalar a sus empleados durante la navidad. En la actualidad Kapla vende más de 350 mil cajas de placas al año alrededor del mundo.

La materia prima de los bloques de Kapla proviene de un vivero dedicado a plantar pinos de una manera sustentable en la zona llamada Bosque de las Landas en la región sur occidental de Francia llamada Nueva Aquitania y que es uno de los bosques de mayor tamaño en el mundo creado por el hombre.

Kapla como otros juguetes para llevar a cabo construcciones tiene una serie de fanáticos dedicados a construir enormes ideas con las placas, replicando construcciones famosas y en 2016 en la ciudad francesa de Lyon. Kapla construyó lo que oficialmente es para el libro Guiness de récords la torre de bloques de construcción de juguete más alta con 18.40m de altura, en ella se
utilizaron 9,834 bloques de Kapla y su construcción se llevó a cabo en 16 horas.

Además, en el sitio de la marca se pueden observar reproducciones de los canales Amsterdam con sus casas que son increíbles. En un principio las placas de Kapla no sólo eran idénticas, si no que además eran del color natural de la madera, hoy se venden además en 10 diferentes colores.

El logo es sencillo y simple la palabra Kapla en negro, en mayúsculas, en una tipografía segmentada.

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