Las lecciones de comunicación que nos ha dejado “El Juego del Calamar”

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

Desde hace un par de semanas la serie surcoreana “El Juego del Calamar” (Squid Game,2021), estrenada en Netflix el 17 de septiembre, se ha apoderado de todas las pantallas, conversaciones y memes de la red. Pero más allá de su producción visual, sus personajes con los que tal vez puedes identificarte, la visión perturbadora de la naturaleza humana que se refleja en cada episodio, esta serie brinda algunas lecciones o aprendizajes que resultan aplicables a la forma en que la comunicación y los negocios funcionan en la actualidad.

La primera es conocer las motivaciones
Los voluntarios en el juego pueden parecer, a simple vista, un grupo de deudores a quienes les urge el dinero. Sin embargo, los mueve una fuerza mucho más profunda, (y que le permite a la serie ser un fenómeno mundial). Cuando se están pensando ideas de negocio o de comunicación, el error más común es quedarse en la etapa más superficial, lo que en general impide tener conexiones realmente valiosas, ya sea entre los equipos, los clientes o algunas otras audiencias de interés.

Reglas claras y sencillas
La serie plantea retos basados en juegos de niños con reglas simples y claras, dos conceptos que nos parecen sinónimos de “fácil” (y no lo son). Las conversaciones más poderosas son difíciles porque tocan emociones, miedos, dudas, frustraciones o carencias, sin embargo, cuando establecemos reglas con objetivos y dinámicas para avanzar, es posible avanzar de manera más constructiva. Además, si se conserva el espíritu lúdico, permite situarse en un mejor lugar para llegar a resultados diferentes y novedosos.

Obsesionarse con un solo problema (y una sola solución)
El cerebro funciona con historias y aquellos elementos que faltan, por lo que tiende a completarlos para darle sentido a la narrativa, ya sea personal, del negocio, de la familia, del día a día. La mitad de la solución de un problema es que esté bien identificado, de lo contrario, se convierte en un punto de fuga de recursos, energía y tiempo persiguiendo una solución que será insuficiente (e inalcanzable).

La comunicación es una parte clave en la construcción de los negocios: desde nuestra narrativa personal, la voz con la que nos hablamos a nosotros mismos, hasta lograr que las ideas se transformen en una solución que se pueda implementar en la realidad, gracias al compromiso y apoyo del equipo, y la forma en que transmitimos a nuestra comunidad la manera en que podemos resolver una necesidad.

La competencia del puente de vidrio, en la que los participantes deben adivinar cómo cruzarlo, nos deja como enseñanza que aprovechar los talentos dentro de una empresa es crucial para llegar a la meta. Lo anterior se evidenció cuando uno de los participantes demuestra conocimiento en identificar tipos de cristales, pues tenía años de experiencia trabajando en una fábrica de vidrios.

Una de las reglas dentro de ‘El juego del calamar’ es que si todos los participantes están de acuerdo en finalizar con el juego este puede terminar, evidenciando así que la unión dentro de cualquier organización hace la fuerza. A pesar de que “El Juego del Calamar” es individual, solo puedes avanzar si lo haces en equipos, y justo así, el éxito de las organizaciones se basa en trabajo en equipo.

Esta serie, como pasa con algunas pocas (podríamos mencionar a Games of Thrones, el reencuentro de Friends), trasciende los titulares de los grandes medios y no solo disputa su popularidad en notas, sino que gana terreno sobre todo en las redes sociales.

A nivel general, la emoción principal es ira, ya que los usuarios expresan “enojo” ante la viralización de memes que “spoilean”, pero debemos de aceptar que aunque no tengamos pensado ver alguna serie, son justamente los memes quienes nos invitan a verlas, para mantenernos en la conversación, así como sucede en México con Luis Miguel la Serie y muchas más.

¿Ya viste El Juego del Calamar? ¿qué otra lección te dejó a ti?

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que seguro ya debe estar viendo El Juego del Calamar, me lo permiten!

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