¿Por qué abandonar las redes sociales?

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

La semana pasada comentamos que si hoy en día no cuentas con un perfil en redes sociales como persona, o una marca o compañía, simplemente no existes. Nuestra vida ya no está completa si no tomamos café o si no publicamos algo, si nos despertamos y lo primero que hacemos es ver nuestras redes sociales, las de los demás, lo mismo durante el día o a la hora de dormirnos, o si nos levantamos a hacer pipí en plena madrugada.

Nuestra vida no volverá a ser la misma, ya que tenemos la facilidad de saber de la vida de los demás, de compartir la nuestra y de ver que está haciendo nuestra celebridad, influencer o marca favorita en su Instagram o Tiktok, y si además de esto nos pone un “like” nos hace el día. Es que también eso del “like” ya hoy es una demostración de interés o de amor, si alguien ha dejado de hacerlo, pues puedes empezar a preocuparte.

Hace unas semanas, una noticia que a much@s amantes del super lujo los dejó atónitos, es que la marca de Bottega Veneta cerró sus cuentas de redes sociales. Imaginen “darse el lujo” de decirle adiós a un perfil con más de 2.5 millones de seguidores ¡me mato!. Pero calma, calmaaa, la empresa no está al borde del quiebre, se trata de una estrategia antidigital, que no es más que el dar a conocer una nueva forma de comunicar y de volver a retomar el lujo (o sea, que no es pa´ todos) y de estar más cerca del mundo real y palpable.

Su nuevo plan dado a conocer por François-Henri Pinault, (marido de nuestra Salma Hayek), también estará a cargo a través de otras voces, y que no digan lo mucho que son de manera interna. El mismo magnate de la moda ha indicado que no van a desaparecer del mundo digital, simplemente las van a utilizar de forma diferente. Bottega Veneta decidió apoyarse más de embajadores y fanáticos de la marca, dándoles el material que requieran, dejándoles ser. Una especie de plan de Relaciones Públicas basada en que los influencers hablen de la marca, en lugar de ellos mismos.

Pero solo un favor, vayan por nuevos influencers, a esos que en verdad vivan en el verdadero lujo y no del intercambio. Esos que si sean fanáticos de la marca, la usen sin tener que posar para una foto, esos que tengan seguidores reales, y que en verdad queramos ser como ellos. Dejemos de hacer famosos a quienes no se lo han ganado.

De hecho ahora, en lugar de sus redes sociales oficiales, ahora hay varios sitios y páginas de fans, que de estar afiliadas o ser aliadas a Bottega Veneta, ¿será que esta estrategia ha comenzado a existir ya? Para muchos esta decisión resulta muy arriesgada, sobre todo en tiempos en donde el mundo digital ha crecido años luz, debido a la pandemia del Covid-19.

Hoy en día todo mundo compra en línea desde las zanahorias, hasta los zapatos del día y la bolsa de lujo que se usará, una vez que podamos salir a la calle a tener vida social y libertad.

Pero esta no es la primera vez que una marca abandona sus redes sociales, hace un par de años lo hizo también la británica Lush, famosa por sus productos de belleza y bienestar llenos de colores y jabones en forma de pastel y gelatina, que se antoja morder en cuánto las ves. Esta noticia la anunció a través de todos sus canales de comunicación, en donde sumaban también miles de seguidores.

En ese entonces la compañía declaró que las redes sociales dificultan cada vez más hablar entre ellos directamente. Se dijeron cansados de luchar contra los algoritmos y no querían pagar por aparecer en pautas publicitarias digitales. Lush pidió a sus clientes que le contacten a través del email, del teléfono o en su sitio web. Y dijo que probaría un nuevo enfoque basado en hashtags (las etiquetas que permiten agrupar temas) para quienes quieran hablar con ellos a través de internet.

Hoy en día necesitamos que las campañas digitales sean más creativas que nunca, ya que no podemos tocar, probarnos la ropa, los zapatos, en fin, nos tiene que atrapar desde una primera imagen.

Las redes sociales son una manera de conversar con otras personas y hasta de curtirnos (ah porque como hay haters para todo), es por eso que la gente las utiliza tan frecuentemente y ya no puede vivir sin ellas. Son una forma de expresar sus sentimientos, opiniones, e incluso narrar minuto a minuto lo que pasa en su vida.

Actualmente ya son la cara y la puerta de entrada de las marcas. Muchas de ellas, sobre todo las PyMEs, solo cuentan con esta herramienta para atraer consumidores. Y como sabemos, tener redes sociales es ya demasiado sencillo, por lo que la competencia cada vez es mayor, hay que saberle llegar a nuestros clientes a través de ellas y no descuidarlas, son ya una “tiendita”, que si la cuidas, puede darte mucho impulso.

Conversar con los clientes a través de las redes es básico de las relaciones humanas y corporativas. El objetivo es establecer y mantener un vínculo con nuestros conocidos. Si logran hacer una empatía, hablar de temas con los que los consumidores se identifiquen, se harán fanáticos y seguidores de la marca, y conformarás una comunidad que te protegerá. Hay que hablarles de cerca, porque detrás de la tecnología hay personas como tú.

Personalmente no creo que el plan de Bottega Veneta lo vayan a copiar algunas otras marcas de lujo. En el último año, muchas de ellas se han podido dar el lujo de conocer más a sus audiencias, conocer a las nuevas y estar más cerca de ellas de forma digital.

Lo cierto es que como Bottega Veneta, muchas empresas están trabajando cada vez más con influencers. El desafío y que cada vez más marcas se da cuenta de esto, es ver si realmente lo que invierten en ellos les funciona y les genera ventas. De cualquier modo, siempre tiene que haber alguien atrás de las redes sociales, que se adhiera a la perfección a las políticas y mensajes de la compañía.

¿Qué piensas? ¿crees que una empresa debe irse del mundo digital, o tal vez mejorar o reforzar sus estrategias de comunicación en general?

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que jamás pensaría en salirse de las redes por nada del mundo, me lo permiten!