El “edadismo”, la discriminación que el Covid-19 ha visualizado

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

La crisis mundial nos ha dejado muchísimos efectos, a muchos los ha hecho reinventarse, otros se han vuelto más sensibles o irritables…en fin cosas buena sy cosas malas, pero hay otro del que no todos hablan, me refiero al “edadismo” o “ageism” en inglés, y es una forma de discriminación por la edad, pero hoy les voy a contar de este problema en la parte laboral.

¿Cuántos de ustedes mayores de 40 se quedaron sin trabajo en esta pandemia? ¿Cuántos de ustedes lo han buscado sin parar por todos lados? ¿Cuántos de nosotros no sabemos de historias o leemos en LinkedIn al respecto? Son pocos los que tienen éxito, y lo sabemos cuando lo publican…un camino de sabores en su mayoría amargo, que nos van quitando la esperanza. El único consuelo es el saber que “no soy yo…son las empresas que no ven más allá”.

Hace poco un periódico, creo que en España publicó que “los ancianos de 40 años ya se podían vacunar”, a mucha gente le causó risa pero en el fondo es la realidad de lo que sucede en el día a día. Los adultos de 40 años para muchas empresas son considerados ya no aptos para trabajar.Imaginen la experiencia de un Baby Boomer o Generación X que le puede brindar a la empresa en cuestión.

Entre los muchos efectos que ha tenido la crisis mundial derivada del Covid-19, hay uno al que no se le ha prestado mucha atención. Se trata de la visibilización de una forma de discriminación que tal vez ya la vemos muy “normal”, hablamos del “ageism” o “edadismo” en español.

Según un estudio reciente de Generation.org, las personas de entre 45 y 60 años que buscan activamente empleo, llevan mas de un año sin poder trabajar. La Generación X es tan buena en su trabajo como otros candidatos más jóvenes, pero lo tiene mucho más complicado para encontrar empleo que personas más jóvenes y con menos experiencia sobre sus espaldas.

Lo único cierto en esta vida es que vivimos en un señalamiento constante que hoy la sociedad hace todo el tiempo. El tema es que hoy la sociedad hace cuestionamientos muy duros sobre la apariencia física y otros cambios que trae la edad como canas, arrugas, pérdida de flexibildad, pérdida o subida de peso (esa a cualquier edad), y enfermedades que se asocian con la próxima llegada de la tercera edad, son los temas principales en actos de discriminación

En México, 45% de las personas mayores de 60 años considera que sus derechos son poco o nada respetados, y 18% cree haber sido discriminada (principalmente en la calle, en el transporte público y en la familia), según datos de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

Esta discriminación por edad lleva por nombre: edadismo, y siempre esta dirigida hacia cualquier persona con motivo de su edad. Eso quiere decir que, aunque es más frecuente que sea enfocada hacia personas adultas mayores, una persona más joven también puede ser discriminada cuando se le niegan ciertas actividades solo por los años que tiene.

La Generación X tiene idéntico o mayor potencial laboral, pero muchos más problemas para encontrar trabajo. Sin embargo, los responsables de recursos humanos son dueños de un parecer bien distinto (la mayoría son chavitos, entonces imaginen a quién le van a dar la preferencia) y aseguran que los candidatos de entre 34 y 44 años tienen en términos generales mejor formación, experiencia más relevante y habilidades técnicas más adecuadas que la generación precedente. Así y todo, este parecer parece lastrado a todas luces por los prejuicios solapados al «edadismo», enfatizan los autores de este informe de Generation.org.

En México viven 10 millones 517 mil personas en ese rango de edad, de las cuales 52.92% son mujeres. Además, hay 10 millones 321 mil personas mayores de 64 años, de las cuales 53.9% son mujeres. Entre las principales problemática que vive esta población están la falta de oportunidades laborales, insuficiencia de pensión para necesidades básicas o la falta absoluta de una pensión.

Imaginen sin un trabajo, y encima de todo muchos planes crediticios discriminan a las personas mayores y especialmente a las mujeres por no tener ingresos independientes o activos. Si otra vez a las mujeres….esto muchas veces sucede porque la mayoría en su etapa de juventud se dedicó a cuidar de la familia y a recibir lo que el marido le diera para ordenar los gastos de la casa.

La Conapred señala que por la falta de recursos económicos, muchas personas optan por acudir a empleos mal remunerados y en la informalidad, entre otras malas condiciones laborales.

Acuérdense de las personas mayores que empacan en los supermercados, una iniciativa lanzada por el  Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) de más de 65 años.

Con la llegada del Covid-19 la cadena Walmart suspendió este programa, argumentando que la cancelación se debe a que los consumidores ya no quieren que sus productos sean tocados por varias manos en medio de esta pandemia, y que el riesgo para los adultos mayores
también es inminente.

De acuerdo con reportes de medios, cerca de 35 mil personas se dedicaban a esta actividad, conocida popularmente como “cerillos”; y bajo la cual los trabajadores solo reciben como único ingreso las propinas de los consumidores y no cuentan con ninguna prestación. De hecho, muchos ex empleados de este proyecto se manifestaron en las calles, y en redes sociales también se organizaron boicots contra Walmart.

El “edadismo” no solo afecta a los adultos de la tercera edad, así como comenzamos esta columna, los que están entrando a los 40 a 50 años son quienes verdaderamente la padecen, sobre todo a la hora de buscar nuevas oportunidades laborales.

De acuerdo con un estudio de la Asociación Mexicana por la No Discriminación Laboral por Edad o Género (ANDLEG), 55% de los anuncios de empleo tienen como edad máxima los 35 años. Es obvio que la discriminación aumenta conforme las personas tienen más edad, hasta que se vuelven invisibles en términos laborales y productivos…otro problema más para las mujeres, porque a ellas son a quien menos llaman.

Si a esto le sumamos que todos los días vemos imágenes estereotipadas de mujeres y hombres como el ideal que las personas deben alcanzar con un super job, una super casa, un flamante novio barbón, musculoso recién llegado de Tulum, y un perrito peludo, ya llévame Diosito de este mundo. Imaginen la presión que se ejerce todos los días cuando lo vemos en la tele, en los anuncios, en las redes…están por todos lados.

En culturas como la mexicana también hay afectaciones como depresión o ansiedad al no cumplir con la norma social aceptada y a la que todos aspiran, y esto ya deriva a todos problemas, por eso hay que ser empáticos y dejar el odio o ponerse en los zapatos de los demás. Con o sin pandemia, por eso muchas mujeres han llegado a emprender, si esas llamadas “nenis” que la están rompiendo en todos lados.

El edadismo es un problema real que afecta todos todosos aspectos de la vida y hay que abordarlo. En términos laborales, Generation.org recomienda a las empresas que implementen cambios en sus procesos de selección centrándose no tanto en las entrevistas que orbitan sobre todo y ante todo en torno al currículum para apostar por pruebas que permitan a los candidatos mayores de 45 años dar cuenta de sus cualidades y habilidades.

Aquellas empresas necesitadas de personal para engrosar sus plantillas (y hacerlo además con celeridad) harían bien en fijar su mirada en los candidatos adscritos a la Generación X.

¿Te pasa o te ha pasado? ¿Qué opinas al respecto?

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que al leer esta columna ya se fue corriendo al espejo del baño a contarse las canas, me lo permiten!

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