México y su lugar 84 en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

El día de ayer 8 de agosto en medio de una ceremonia llena de emociones y fuegos artificiales bajo el cielo de Tokio, se llevó a cabo la Clausura de los Juegos 2020, catalogados como “los más extraños de la historia” (porque Covid-19 y sin público en los estadios).

Después de 19 días de actividad deportiva, se cerró el telón, quedando México en el lugar 84 en el medallero olímpico, con un total de 4 medallas de bronce y varios cuartos lugares.

Alejandra Valencia y Luis Álvarez hicieron historia al conquistar el primer metal de tiro con arco en equipos mixtos, que debutó en el calendario olímpico en Tokio. Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez conquistaron el metal número 15 de los clavados en la máxima justa deportiva al adjudicarse el tercer lugar en la plataforma de 10 metros sincronizados.

En su debut olímpico, Aremi Fuentes conquistó la medalla de bronce en la categoría de 76 kilos tras levantar un total de 245 kilos, con una arrancada de 108. De esta manera, se convirtió en la segunda mexicana en subir a un podio olímpico en esta disciplina después de que Soraya Jiménez (q.e.p.d) conquistó el oro en Sídney 2000. Mientras que la Selección Mexicana de Futbol conquistó el tercer lugar al derrotar 3-1 a Japón.

Estas cuatro medallas de bronce, además de los siete cuartos lugares obtenidos en Tokio, son un resultado positivo para México, a pesar de que no se cumplió el propósito de 10 preseas, aseguro Ana Gabriela Guevara, Directora General de la CONADE (Comisión Nacional del Deporte).

“Es un balance positivo, la perspectiva y el número de medallas que se estipularon es el reflejo de los cuartos lugares que se obtuvieron. Al final de cuentas no se logró el pronóstico pero me parece que el equipo mexicano demostró competitividad y hay que darle el valor merecido que tiene cada uno de esos cuartos lugares. “La tendencia era crecer el número, dimos un pronóstico de medallas, el resultado no fue el esperado, pero me parece que es bastante positivo”, declaró Guevara.

Si bien no se repitió el número de cinco medallas que se ganaron en Río 2016, los resultados son positivos rumbo a París 2024. “El equipo sí llegó preparado para competir y sí estaban listos para hacerlo, pero entran los imponderables, que es ahí donde se distorsiona el entendimiento, la percepción pública o la
interpretación mediática o la valoración que le dan a los cuartos lugares.

“Diecisiete estuvieron entre el cuarto y el octavo lugar y 26 del noveno al 16. Entonces creo que es un número importante donde tenemos que trabajar para poder destacar más a nivel internacional y que se vuelva mucho más competitivo”, enfatizó Guevara.

Sin duda alguna México está rodeado de puros números 4 que se traducen más recientemente en 4 medallas de bronce, varios cuartos lugares en las competencias y un gobierno de cuarta, ¿coincidencia?.

¿No les parece que las declaraciones de Guevara se parecen muchísimo a las de “ya saben quién”? Llenas de promesas, de que le van a echar más ganas a la vida, a las cosas, y obviamente aventando culpas a los medios de comunicación por boicotear al gobierno (de cuarta), y seguramente ella también “tiene otros datos”.

La participación de México durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dejó además de muy pocas medallas, una serie de sucesos bonitos como la participación de la gimnasta Alexa Moreno con musica de anime rindiendo de alguna forma un homenaje a Japón, o la del carismático clavadista Rommel Pacheco y sus transmisiones en vivo.

Otros no tanto también fueron tema de conversación como las declaraciones de Paola Espinosa, acusando a Guevara de corrupción, o el escándalo protagonizado por la jugadoras de sóftbol, quienes tiraron a la basura sus uniformes olímpicos, argumentando que tenían exceso de equipaje. Las prendas fueron encontradas por las pugilistas mexicanas Brinda Tamara y Esmeralda Falcón, y expresaron en sus redes sociales que el uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lágrimas.

Es que sí, es una reverenda grosería, una especie de patada a la bandera mexicana, ¿no creen? Obviamente la situación generó indignación entre atletas y algunos directivos, como Marco García, jefe de misión en Tokio 2020, quien catalogó la situación como un agravio a la identidad nacional que no se puede tolerar. Carlos Padilla, Presidente del Comité Olímpico Mexicano, afirmó que esta situación es una ofensa para el pueblo de México, además de exponer a las seleccionadas de sóftbol al llevarse indebidamente los artículos de las habitaciones.

Las excusa y pretextos, como en nuestro gobierno de cuarta no se hicieron esperar, obvi. Para que vean que el mundo del deporte también es como una historia para TV Notas, ya que quien salió al quite fue el ex actor y cantante Ernesto D’Alessio, quién arremetió contra la exatleta y criticándola por la muy pobre participación de México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, señalando que “ha matado al deporte nacional”.

Seguramente en una de las “mañaneras” escucharemos a nuestro presidente AMLO defendiendo a “Anita”, diciendo que otros gobiernos no ganaron medallas, o que todo es corrupción ¿verdad, Ana Gabriela? Lo único cierto es que (una vez más), y a pesar de haber tenido tantas glorias del deporte mexicano participando en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el presupuesto prometido por Guevara no llegó a su meta, quedando muy por debajo de países como Brasil, Colombia o Argentina.

Así como vemos a Mario Delgado en sus comerciales de televisión, diciendo que en las elecciones del 6 de junio, les fue increíble, dirán que con sus cuatro medallas estuvieron bien. En fin, una anécdota o un suceso más en la que seguiremos dando de que hablar #meduelesmexico

En fin amigos, no todo es malo. Las Olimpiadas son un símbolo de unión entre países en donde el odio o el color de piel no es un impedimento para ser uno solo. Aquí las fronteras no existen pero la hermandad sí. Qué maravilloso ver tantas lágrimas de emoción, tanta pasión y abrazos.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que debe estar igual de indignado con la Guevara, me lo permiten!

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