Halston, el nacer de un ícono de la moda gracias a Eleanor Lambert

Por Diana Alarcón Elizondo
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@dianapat23

Hace unos días se estrenó en Netflix la serie Halston, una de las más esperadas por los fanáticos de la moda, justo porque cuenta la historia del diseñador Roy Halston Frowick, en el cuerpo del ultra mega guapo y talentoso actor Ewan McGregor, la cual cuenta sus andanzas hasta llegar a ser uno de los “fashion icons” de los años 70 y que aún seguimos recordando.

¿Se imaginan ustedes cómo fue que un diseñador de sombreros terminó siendo uno de los diseñadores más reconocidos de su época? ¿Que entre sus musas o llamadas hoy día influencers están Jackie Kennedy, Liza Minelli o Liz Taylor? ¿O simplemente codearse dentro del circulo de Andy Warhol? Durante los capítulos de esta serie vemos este trayecto nada fácil hasta alcanzar la fama, pero cabe recalcar que además del talento del diseñador había que impulsar su carrera, y todo esto fue gracias al apoyo de Eleanor Lambert, una de las mujeres visionarias de la moda de ese tiempo con muchas conexiones, quién tenía como objetivo principal el que los europeos vieran que la moda estadounidense también era merecedora de reconocimiento.

A Eleanor Lambert se le debe el know-how de un publicista de moda, es por ella en una parte muy importante que Halston pasó a formar parte de la socialité estadounidense y forjar un imperio que marcó un estilo propio también hacia los inicios de los años 80.

Es que detrás de las marcas y su éxito, se encuentran apasionados profesionales de la comunicación extremadamente visionarios, todos con una sensibilidad para detectar las necesidades del mercado y una fortaleza enorme para mover masas, crear, fomentar y modificar comportamientos.

Eleanor Lambert, estudiante y amante del arte, siempre estuvo muy involucrada en muchos eventos de moda. A ella le debemos la estrategia o metodología que debe llevar un publicista de moda al crear la unión de los medios en sus actividades de Relaciones Públicas, y hoy día es una referencia al cambiar la forma de ver y vivir la moda en el mundo, además de crear instituciones, eventos y premios que fortalecerían la industria y posicionarían a nivel mundial la moda y a muchos diseñadores americanos.

Desde los años 40, ella ya se codeaba con los grandes de la moda, es ahí donde comienza a dar sus primeros pasos en la industria. A ella le debemos las listas de las mejores vestidas en las que en sus inicios y por estrategia, solo incluia a personalidades estadounidenses y no se dejaba sobornar (hoy día han destacado desde Sarah-Jessica Parker, hasta Lady Gaga y Harry Styles, entre otr@s), el New York Fashion Week, y muchísimas estrategias y eventos para enaltecer y dar a conocer la moda que se hacía en los Estados Unidos.

Pero no solo Halston nace de la influencia de una publicista visionaria y lider como Lambert (tremenda colega oiga usted), también ocurrió con diseñadores como Óscar de la Renta, Ralph Lauren, Michael Kors, y muchos otros más, vean el capitulo de la Batalla de Versalles dentro de la serie y lo verán. Fue también fundadora de la FDA (Asociación que organiza el Met Gala).

Además de todo el apoyo de Lambert, Halston no podía tener a mejores influencers. La primera fue Jackie Kennedy, cuando al momento de que John F. Kennedy, su esposo, asumió la presidencia de los Estados Unidos, ella traía un sombrero Halston. Obviamente, todas las mujeres de ese tiempo querían tener uno. Después vino Liza Minelli, que como vimos en la serie, era su súper amiga y su influencer así sin poses, de esas que caen bien porque de verdad era una fanática del estilo de Halston, y recuerden que eso se nota a kilómetros.

Gracias en gran medida a las series que les encanta traernos de regreso el pasado, hemos visto cómo se reconstruyen hechos que pueden llevar algo de ficción, pero que tal vez nos han hecho fantasear con un “si hubiera sido distinto” o simplemente recordar con cierta nostalgia, y más aún, tal vez el saber que el mundo o alguna situación personal continúa exactamente igual.

En esta ocasión me quedo con el legado de Lambert y la importancia que las Relaciones Públicas bien ejecutadas tienen, y todo el poder que llegan a darle a una marca, hasta ser recordada décadas después e incluso volverse inmortal.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que ya debe estar viendo Halston en Netflix a esta hora, me lo permiten!

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