El amor en tiempos de “El Estafador de Tinder”

Por Diana Alarcón Elizondo
Twitter: @dianapat23

En un inicio, esta columna se iba a titular, “el amor en los tiempos de pandemia”, quedaba perfecto con la fecha (hoy 14 de febrero) y con los recientes datos que me mandó la semana pasada la app de citas Bumble, que en su infografía dice que durante el 2021, en el mundo se dieron 600 mil primeros pasos y 25 mil fueron hechos solo en México, así como los meses de octubre y noviembre, los meses más cargados de conversaciones.

Dice que los mensajes más usados para iniciar conversaciones fueron “nos llevaremos bien si”, “si pudiera comer solamente una comida por el resto de mi vida sería”, o “cualidad favorita en una persona”, y de ahí pa’l real.

Me pregunto si estas mismas platiquitas las mantenía Simon Leviev, el sujeto que llevó a inspirar el documental “El Estafador de Tinder” que se estrenó hace unos días en Netflix, (perdón Bumble, hoy voy a hablar de tu competencia) y que deja al descubierto algunas verdades de las citas en línea. A través del testimonio de varias de sus víctimas, podrán ver su estrategia de ligue, después de hacer match con varias mujeres alrededor del mundo, para después enamorarlas y así poder robarles todo su dinero.

Simon Leviev (como muchos otros aunque te roben solo el corazón), parecía ser el hombre y el novio sacado de un cuento de hadas, ese con el que muchas mujeres sueñan y dicen “hasta aquí, el es el indicado”. El trailer de “El Estafador de Tinder” deja al descubierto todo lo que vivieron (y aún) vivieron estas mujeres.
Es un hecho de que gracias a este documental, de buena o de mala manera, todos tenemos el nombre de Tinder en la mente, y si encima le agregas que estamos en el mes de los enamorados, pues mucho más, les apuesto que tienen al diablillo susurrándoles en su oido izquierdo “date de alta, anda date de alta”.

Me han contado que lo primero que dice Tinder al darte de alta es “es tu decisión, cómo y cuando dar el primer paso”, pero tal vez a muchos se les olvida leer la letra chiquita, esa que habla de términos y condiciones, así que “ojo mucho ojo”.Así que si después de ver “El Estafador de Tinder”, y seguramente de saber algunos otros casos no tan lejanos a nuestra vida, te animas a hacer “match”con alguien, te dejo estos consejitos para tu seguridad:
 Ten un alias o un apodo y no dar tu nombre con apellidos hasta que concretes la cita.
 No vincules tu perfil de Tinder con tus redes sociales para evitar que se filtre tu información.
 Procura que tus fotos sean tomadas con un fondo neutro y que no pueda contener información de tu ubicación o con otras personas.
 Evita dar información de tu lugar de trabajo o escuela, además de la dirección de tu casa o lugares que frecuentas.
 Organiza la cita en un lugar público y que conozcas además comparte tu ubicación con un contacto de emergencia.

Si tu cita no va tan bien del todo:
 Es importante recordarte que si en la cita en donde te encuentras no te sientes cómoda, debes salir de ahí.
 Si existen indicios de acoso, te recomendamos que avises a los empleados del lugar que pueden llamarte un taxi y dirigirte a una estación de policías.
 Mantente en comunicación con tu contacto de emergencia y bloquea a la persona de la aplicación.

Y bueno, tú solo preocúpate de que no te rompan el corazón porque no te vas a topar con Simon, ya que después del estreno del documental, fue la misma app quién dio de baja su cuenta. De cualquier manera cuídate, porque seguramente por ahí hay muchos casos parecidos y que no son públicos, o quizás dentro de algunos días, gracias al boom del documental, lo sean.

Así como lo leíste, después de pasar algunos meses en la cárcel y pagar algunas multas a algunas de sus víctimas, actualmente Leviev está libre y con su vida más normal que nunca, ¿karma, dónde estás después de todo?

Y bueno, como en este mundo se ve de todo, Netflix acaba de estrenar también “Inventando a Anna”, la vida de una estafadora, seguro pronto hablaremos al respecto.

¡Nos leemos en la próxima columna si Dios, la inspiración, pero sobre todo si mi editor que ya debe estar preparando las palomitas para ver al estafador de moda en su tv gigante, me lo permiten!

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